Pata Liberati no se detiene. Psicóloga, escritora, referente emocional para miles en redes sociales, y ahora, flamante actriz. A los 60 años, con una mochila de historias, libros y vivencias, se lanza al teatro con "Emocional", un unipersonal íntimo, hilarante y profundo que debutará el 3 de julio en el Teatro Picadilly, en plena Calle Corrientes. Bajo la producción de Nara Ferragut y Jorge Luengo, y con dirección de Diego Vago y Diego Castro, Pata propone algo más que una obra: una experiencia emocional colectiva. "Próximamente actriz, como dicen en mis redes, es un montón. Es un deseo tirado al aire para que la gente diga ´bueno, vamos a ver´. Pero bueno, la verdad es que estoy muy emocionada más que ansiosa porque me atreví a jugar a esto y todo se alineó para que suceda", reconoce.
En diálogo con BigBang, en una entrevista que desborda autenticidad, Pata se abre con la misma honestidad con la que escribió Amorosamente, su primer libro, y con la que llena de contenido cotidiano, cálido y directo sus redes sociales: "La fe me dio ese deseo de estar en el escenario. La fe, pero no en mí, si no la fe en lo que se produce cuando dos o más nos encontramos. Yo tengo mucha fe en el alma humana. Yo sé que esta humanidad siempre va a estar mejor, no vamos a empeorar, siempre vamos a mejorar. Aunque no parezca, tengo fe en eso. Y entonces cuando se produce que alguien va al teatro, o alguien va a un evento artístico, o a un evento de comunicación, algo se produce entre las personas que a mí me fascina, que es justamente la emoción, la empatía, la comunicación verdadera. Eso me mueve".
No se trata de una búsqueda de reconocimiento, sino de conexión. "No voy con la expectativa de que me adoren. Quiero que se queden con un mensaje", subraya. El título "Emocional" no es casual. Es el eje de su propuesta escénica y su manera de ver el mundo. "Las emociones tienen cuerpo y voz", explica. El espectáculo toma como base sus libros y un repertorio de entrevistas que los guionistas fueron hilando hasta crear esta pieza que combina teatro, psicología y carcajadas. Los protagonistas no son personajes, sino emociones: el amor, el miedo, el enojo y la empatía. "Hablo de esas emociones en primera persona. Es como dialogar con ellas, y que el público pueda dialogar también", explica.
Su paso del consultorio al escenario no implica dejar atrás la seriedad, sino traducirla en algo cercano. "La seriedad está en el texto. Lo gracioso lo pongo yo si la musa del teatro me habita", dice entre risas. "Ya fui demasiado seria, ahora quiero jugar". Y ese juego tiene como motor lo mismo que la empujó a escribir: el deseo de alivianar la vida de los demás. "Eso quiero desde siempre con mi profesión", insiste.
"Emocional" no es terapia con entradas, aunque lo parezca. "Es un lugar donde nos vamos a encontrar a reírnos de lo que nos hace felices y de lo que nos duele", sintetiza. Su cercanía y capacidad de nombrar lo innombrable la vuelven una voz única, capaz de conmover sin solemnidad y de hacer pensar sin bajar línea. Aunque lleva escribiendo desde los siete años, recién publicó su primer libro, Amorosamente, a los 58. "Es como tener hijos. Revoluciona todo", admite.
Luego llegaron más títulos, y el reconocimiento de una comunidad que la sigue con devoción. Liberati confiesa que sus textos no son para psicólogos, sino para la gente. "No tiene que estar el discurso subido al poni. Todos sabemos sobre nosotros, yo solo traduzco lo que aprendí como paciente", aclara. En las redes encontró una forma de hacer psicología que no conocía. "Me escriben desde lugares que nunca hubiera llegado. Me cuentan que mis libros les cambiaron la vida", dice, conmovida. Una madre, recuerda, le contó que Amorosamente había ayudado a su hijo a salir de un pozo emocional. "Le salvó la vida", le dijo. "Ahí entendés que no tomás dimensión de lo que podés generar".
Su historia personal también es parte del guión. Su vínculo con Pablo Granados —padre de su hija Mery y abuelo compartido de sus nietos— la llevó a pedirle que escribiera el prólogo de su libro. "Nos divorciamos, pero el amor quedó igual. Solo cambiamos la forma de vínculo", asegura. Para ella, el secreto está en resignar lo que ya no puede ser. "Si el otro no te quiere más, vas a terapia, lo trascendés. El foco tiene que estar en la familia, en el amor", dice con una claridad que solo da la vida vivida.
Nacida en Rosario, esa ciudad que ella describe como "una madre que te cobija y luego un padre que te empuja a salir", Pata lleva en su historia una infancia lectora que le marcó el rumbo. "Mi papá me abrió una cuenta corriente en la librería Ross cuando tenía 11 años. La cerré recién a los 28", recuerda. "Ser lectora me hizo psicóloga. Me gusta conocer lo que sienten los demás". Es quizás por esos recuerdos que defiende a Rosario del prejuicio fácil que la asocia al crimen. "En Rosario vive gente, y también viven Los Monos. Pero no es una ciudad insegura. Hay que mirar la realidad, no repetir frases hechas", sostiene.
Cuando tenía 17 años ganó un concurso de democracia. Hoy escribe sobre el amor y se sube a las tablas. ¿Qué pensaría esa chica?. Pata se ríe: "Esa respuesta está en Emocional. No te la puedo spoilear". Quizás esa sea la esencia de esta nueva Pata: la que no tiene miedo al ridículo, que se ríe de sí misma, que cree en el poder del encuentro humano y que confía en que la emoción compartida puede sanar, transformar y acompañar. El 3 de julio será su debut. Pero el verdadero estreno, parece, es el de una nueva forma de hacer psicología desde el amor, el humor y, claro, lo emocional.