Cuentos para leer en cuarentena (XVIII): hoy, "Cabecita negra", de Germán Rozenmacher
"La noche se había hecho para dormir y se sentía viviendo a contramano".
"La noche se había hecho para dormir y se sentía viviendo a contramano".
"Mi personalidad se degenera, de acuerdo, pero aún hago esfuerzos por evitarlo",
"¿No te dije que algún día iba a volver?"
"Muchas veces un crimen llega a descubrirse por un fallo insignificante..."
"Casi nunca mojaba los pañales".
"Les contaré lo que ocurrió y dejaré que juzguen por sí mismos".
"No ser devorado es el objetivo secreto de toda una vida".
"El avión de Londres llega a las nueve y cuarenta y siete, ¿verdad?"
"¿Adónde va el patrón?"
"El día me cansa y me aburre".
Leer ayuda a hacer más llevadero el aislamiento.
La historia de un amor imposible, o casi.
Por qué pensamos que escribió "La gran novela argentina".