03 Abril de 2017 09:39

Cada año, cuando comienza a bajar la temperatura, es inevitable enfermarse. Gripes, resfríos, anginas, todas son posibles en medio de los cambios temporales, pero la vitamina C puede ayudarte a que resistas las infecciones de esta época mucho mejor. Además de otros beneficios muy importantes.
¿Qué es la vitamina C?
También conocida como vitamina antiescorbútica o ácido ascórbico, esta es una vitamina hidrosoluble indispensable para el desarrollo y el crecimiento. Además ayuda a reparar los tejidos de cualquier parte del cuerpo ya que forma colágeno (el tejido cicatricial) que sirve para las heridas de piel como para sanar el deterioro de huesos o dientes.
Es un gran antioxidante, limita la producción de radicales libres, que son las moléculas que se producen cuando el cuerpo descompone alimentos o se expone al humo del tabaco y la radiación.
Los radicales libres son los acusantes del envejecimiento y pueden propiciar enfermedades como el cáncer, las cardiopatías o la artritis.
Todos los cítricos contienen vitamina C.
La vitamina C facilita la absorción de hierro y calcio, fundamentales para el funcionamiento del cuerpo.
Es mucolítica y antiséptica, ayuda a ablandar la mucosidad limpiando las vías respiratorias, eliminando gérmenes y bacterias que son los causantes de la infección.
Tanto el cáncer de colon, el de pulmón o el de mama podrían prevenirse con una dieta elevada en vitamina C. De igual manera las enfermedades cardiovasculares son menos frecuentes entre quienes mantienen la dosis de vitamina C recomendada.
Lo que aún no se ha probado es que la vitamina C sea eficaz si ya se está transitando un tratamiento contra cualquiera de estos tipos de cáncer.
Además es de gran ayuda para reducir la duración de los resfríos, si ya estás atravesando uno.
¡Qué rico el tomate y lleno de vitamina C!
¿Cuánta vitamina C debés consumir por día?
La cantidad recomendada de vitamina C diaria es variable de acuerdo a la edad y el sexo:
Hasta 6 meses de edad: 40 mg.
De 7 a 12 meses: 50 mg.
Entre 1 y 3 años: 15 mg.
De 4 a 8 años: 25 mg.
Entre los 9 y los 13 años: 45 mg.
Los hombres de 14 a 18 años: 75 mg.
Mujeres entre 14 y 18 años: 65 mg.
Hombres a partir de los 18 años: 90 mg.
Las mujeres de 18 años en adelante: 75 mg.
Quienes son fumadores deberían añadir 35 mg más a su dieta diaria ya que el humo del tabaco aumenta la cantidad necesaria de vitamina C para combatir los radicales libres que genera.
Para orientarse.
Si durante el período de lactancia el niño se ve obligado a tomar leche vacuna en lugar de leche materna, también es importante que se incremente el consumo de vitamina C.
También es importante que suban su consumo diario de esta vitamina quienes sufren de trastornos como la hipoabsorción (absorción insuficiente), algunos tipos de cáncer o enfermedades renales.
Las mujeres embarazadas también requieren una mayor cantidad de vitamina C diaria, las embarazadas adolescentes deberían consumir 80 mg diarios, las adultas 85 mg. En el momento de la lactancia las primeras deben consumir 115 mg. Diarios, mientras que las segundas necesitan 120 mg diarios.
¡Y el kiwi también!
¿Qué alimentos tienen Vitamina C?
Por supuesto que en los cítricos, mandarinas, naranjas, pomelos, limones. Otras frutas como el kiwi, las frutillas, ananá o el melón son una gran fuente de ésta vitamina.
En algunas verduras también hay una gran cantidad de vitamina C: perejil, repollo y otras coles, tomates, repollo, pimiento verde, acelga o espinaca.
También existen una gran variedad de suplentes vitamínicos en los que se encuentra la vitamina, pero siempre es aconsejable empezar por prestar atención al consumo de alimentos e intentar el equilibrio de ese modo.
¡Todos necesitamos vitamina C!
Cuidados con la vitamina C:
Tené en cuenta que la vitamina C es sensible a la oxidación, se recomienda consumir los alimentos crudos o ligeramente cocidos, de otro modo pierden sus nutrientes.
No pelar innecesariamente los alimentos, sean frutas o verduras, la mayoría de los nutrientes se encuentran en la piel o justo debajo de ella.
Si vas a comer la fruta o la verdura con piel es fundamental que la laves muy bien, de esa manera vas a eliminar todo tipo de pesticidas o contaminantes.
Abrila, cortala, pelala, justo antes de comerla, si exponés la fruta al oxígeno pierde sus vitaminas porque se produce la oxidación. No hace falta que te comas la fruta en menos de un minuto, pero cuánto antes mejor.
¡Atención! Consumir vitamina C en exceso también puede ser un problema, puede causar diarrea, náuseas y dolores varios.