Una nueva batalla contra el ajuste libertario se librará este lunes desde las puertas del Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI), donde trabajadores y trabajadoras convocaron a una movilización con una consigna tan clara como urgente: "Abajo el maldito decreto". La protesta, impulsada por la Asamblea Multisectorial del organismo, responde a la inminente publicación de un decreto presidencial que, según denuncian, implica el vaciamiento del INTI, su conversión en una simple oficina técnica bajo el control del Ministerio de Economía, y el despido encubierto de cientos de empleados.
La concentración comenzó a las 8 de la mañana frente a la sede del organismo, donde se realizará una conferencia de prensa para exponer los alcances del decreto y las medidas de fuerza que se pondrán en marcha. Luego, la columna marchará hacia la Avenida General Paz, con la intención de cortar un carril o continuar la movilización hacia la Avenida Constituyentes. "El contenido del decreto que saldría publicado en el Boletín Oficial en las próximas horas determina que el INTI deja de ser un Instituto Nacional para convertirse en una oficina técnica", denunciaron los trabajadores.
El texto, que ya cuenta con el visto bueno del ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger, asegura que un 30% del personal -alrededor de 700 personas- se dedica a "tareas administrativas y de apoyo que son prescindibles". Pero el golpe no es solo contra los puestos de trabajo. El decreto también elimina la autonomía financiera del organismo, al quitarle la potestad de administrar los fondos que genera a través de los servicios que presta a la industria.
Estos ingresos representan nada menos que el 35% del presupuesto anual del INTI. "La implementación de este decreto supone la muerte del Instituto", advirtió la Multisectorial a NA, al tiempo que alertó que el recorte de funciones y personal "hará imposible atender al sector productivo en tiempo y forma". Y eso, sostienen, no solo afectará a las empresas, sino a toda la población, que quedará desprotegida ante la ausencia de controles sobre la calidad y seguridad de los productos que consume.
En diálogo con El Destape Radio, Yamila Mathon, trabajadora del INTI, enumeró con claridad el impacto cotidiano que tiene la labor del organismo: "El INTI hace verificaciones de ascensores, cuando vos te subís a uno que esté certificado, o cuando entrás a un edificio y ves una puerta resistente al fuego con un logo rojo del Instituto. Certificamos preservativos, los alimentos que consumimos, el etiquetado, las prendas textiles con citronela que se usan contra el dengue. También trabajamos con materiales de construcción, con pilas. Sturzenegger salió a celebrar que se terminaba esa certificación y dijo: '¿Por qué al Estado le va a importar cuánto dura una pila?' Bueno, pregúntale a un médico si su equipamiento no tiene que durar lo que se prevé que dure esa pila".
Mathon recordó además el rol clave que tuvo el INTI en dos episodios históricos: la tragedia de Cromañón, donde el Instituto analizó las medias sombras del local, y el conflicto ambiental por la pastera Botnia, cuando especialistas del organismo analizaron la calidad del agua del río. "El INTI garantiza que cuando cargás combustible, un litro sea un litro. ¿Cómo sabés si no te están estafando? Nuestro rol es lucir imparcial entre intereses contrapuestos. Por eso este desguace es tan grave. Pone en peligro a todos", advirtió la trabajadora. Lo cierto es que la firma de Sturzenegger en el decreto no sorprende. Desde que asumió al frente del Ministerio de Desregulación, el economista viene encabezando un avance sistemático sobre organismos técnicos y científicos del Estado, bajo la consigna de "eficiencia" y "simplificación".
Lo hizo con el CONICET, con el INCAA, con el INTI. El método es siempre el mismo: reducirlos, subordinarlos, asfixiarlos presupuestariamente o directamente cerrarlos. Este caso, sin embargo, despierta especial alarma entre trabajadores, empresarios y sectores científicos. Porque el INTI no solo cumple un rol esencial para la industria nacional: también es una institución reconocida en toda América Latina por su capacidad técnica, su independencia profesional y su aporte a la innovación. Convertirlo en una oficina burocrática dependiente de Economía, sin presupuesto propio ni autonomía, es -según quienes lo integran- dejarlo inoperativo.
Y con él, perder un patrimonio construido durante décadas. La movilización de este lunes no será solo de los trabajadores del Instituto. La convocatoria, lanzada con fuerza bajo el lema "abajo el maldito decreto", busca sumar a sindicatos, referentes sociales, agrupaciones políticas, usuarios y usuarias. "Advertimos sobre los riesgos para la población si el INTI deja de prestar servicios que garanticen la calidad y seguridad de los productos que se consumen", señalaron desde la organización.