Durante la marcha del movimiento obrero del último jueves que encabezó la Confederación General del Trabajo (CGT) hubo algunos cruces propios de este tipo de eventos, como los enfrentamientos a golpes de puño que hubo entre los gremios de la UOCRA y Camioneros. Aunque hubo uno en particular que pasó desapercibido y que tuvo de protagonistas a los organizadores del acto y los militantes de derechos humanos que participan todos los jueves de la ronda de las Madres de Plaza de Mayo. Es que cuando los organismos involucrados se encontraron con la pirámide vallada tuvieron que dar la discusión para que los dejen pasar y, si bien lograron hacerlo, en el medio golpearon a dos de ellos.
"Es vergonzoso que una central obrera, teniendo tantos compañeros detenidos, desaparecidos, asesinados durante la dictadura, cope de esta manera la plaza de las Madres", protestó ante BigBang Karina Díaz, fotógrafa de derechos humanos y habitual participante de la ronda de las Madres. "Tuvimos dos compañeros que fueron golpeados en los enfrentamientos", insistió.
El reclamo de los militantes de derechos humanos era que los dejen dar la ronda como hacen siempre, sin importar quién gobierne y el evento que haya allí. "Nos tuvieron de un lado para otro hasta que nos abrieron. No sé con quién hablaron. Pudimos dar la vuelta por dentro, yo grabé todo. Lleno de cosas obviamente", relató Díaz.
La militancia de las madres es opositora al gobierno libertario y ajustador de Javier Milei, quien además tiene posturas abiertamente negacionistas en relación a los desaparecidos. Aunque no pudieron evitar la bronca ante la negativa cegetista. "No tenemos ningún problema con que se haga esto, porque la gente tiene que salir a la calle frente a este avasallamiento que estamos teniendo de este gobierno, ¿pero un jueves 15:30 que saben que es la ronda?", se preguntó la fotógrafa.
La mujer contó que cuando vieron cómo iba a ser la disposición del acto entendieron que la pirámide iba a estar descubierta. "Cuando llegamos nos encontramos con el vallado, que nos pareció terrible. Cuando fuimos a preguntarle con quién teníamos que hablar, porque nosotros teníamos que dar la ronda sí o sí, nos atacaron de una forma tremenda. Incluso hubo algunos que nos contestaban que no sabían de lo que estábamos hablando", relató indignada.
La pelea se dio mientras que cantaban que "la Plaza es de las Madres" a un grupo de militantes de la organización del acto que desconocían esta tradición política que lleva más de 40 años en la Argentina. Por suerte la lucidez llegó con la voz de calma de algún dirigente sindical con algunas luces más como para explicarle a sus compañeros que la ronda debía hacerse y que la agresión no era necesaria en este caso.