03 Enero de 2024 08:39
Poco antes de Navidad, el presidente de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA) y obispo de San Isidro, Oscar Ojea, marcó su posición y le envió un duro mensaje al Gobierno encabezado por Javier Milei en medio de este tira y afloje de los fondos que la Iglesia Católica recibía del Estado. "Debemos preocuparnos por que el pan llegue a todos, que no haya nadie que no quede sin ese bien primario principalmente nuestros chicos, si no hay modo posible de construir la paz", advirtió.
El obispo había asegurado en su mensaje con motivo de la Navidad que "no hay modo posible de construir la paz", si el pan no llega principalmente a "todos los chicos y chicas" del país. En esa línea, instó a los argentinos a "preocuparse" para alcanzar esa meta y resaltó: "El Niño Jesús tiene una preocupación especial por la paz, él ha venido a traer la paz. Tenemos verdaderamente una preocupación seria para que el alimento pueda llegar a todos los chicos y chicas de nuestra Patria".
Y sumó: "Si no nos preocupamos por ellos, nos despreocupamos, y si nos despreocupamos, seremos hombres y mujeres sin horizonte, hombres y mujeres cuyas vidas no valen la pena". En este contexto, la Conferencia Episcopal Argentina (CEA) confirmó que terminó el "proceso de renuncia de los arzobispos, obispos diocesanos y obispos auxiliares" a los fondos previstos en la ley 21.950, por lo cual esas autoridades de la Iglesia católica dejarán de percibir los aportes del Estado nacional.
Las renuncias se realizaron el último día hábil de diciembre, "conforme a lo establecido en Asamblea Plenaria y a lo informado a la Secretaría de Culto de la Nación", indicó la CEA en un comunicado. Recordemos que el Ministerio de Relaciones Exteriores había habilitado que los arzobispos y obispos que "hayan cesado en sus cargos por razones de edad o de invalidez puedan solicitar, de manera particular, con una serie de requisitos, recibir el beneficio de la asignación prevista en la ley".
Fue a través de la resolución del 26 de abril de 2023 y la ley 21.950 (del año 1979) establece que los "arzobispos y obispos con jurisdicción sobre arquidiócesis, diócesis, prelaturas, eparquías (circunscripción territorial bajo la autoridad de un obispo) y exarcados (territorios) del Culto Católico Apostólico Romano gozarán de una asignación mensual equivalente al 80 % de la remuneración fijada para el cargo de Juez Nacional de Primera Instancia, hasta que cesen en dichos cargos".
Desde la CEA precisaron que "el monto actual de la asignación es de 98.000 pesos" y que el aporte estatal cubría solamente el diez por ciento del presupuesto total de la Iglesia. "Si bien el aporte que realizaba el Estado -que se destinaba principalmente a pagar las asignaciones mensuales a obispos, párrocos de frontera y seminaristas diocesanos- cubría solamente el diez (10) por ciento del presupuesto total de la Iglesia, era de gran ayuda para las diócesis más pobres", destacaron.
Además, se recordó que la CEA en 2018 había anunciado su "decisión de renunciar progresivamente a los fondos estatales" y se consignó que en julio de 2020 "los obispos avanzaron en su idea de generar nuevos mecanismos para financiarse y presentaron el Programa de Financiamiento Eclesial (FE), destinado al desarrollo de la consecución de donantes y fondos para solventar las tareas pastorales en el país".