El Hospital Garrahan, emblema de la atención pediátrica en Argentina, será nuevamente epicentro de un reclamo que trasciende sus paredes: este jueves sus trabajadores realizarán un paro de 24 horas en rechazo al brutal ajuste presupuestario que impulsa el gobierno de Javier Milei. La medida incluirá cortes, movilizaciones y una multitudinaria marcha desde el Congreso de la Nación hacia Plaza de Mayo, en defensa de la salud pública, las infancias y los derechos sociales vulnerados por el plan de recorte libertario. 

Desde la Asociación de Profesionales y Técnicos del Hospital Garrahan (APyT) señalaron que la protesta se realizará "para defender al hospital, la salud pública, las infancias, jubilados, estudiantes, discapacidad y todos los sectores vulnerados por el Gobierno Nacional". La jornada comenzó con una huelga desde las 7 de la mañana, durante la cual sólo se mantendrán servicios de guardia y atención a pacientes internados. 

A las 16.30, la movilización avanzará desde el Congreso hacia la Plaza de Mayo con la consigna clara: "Sin presupuesto, no hay salud". Las demandas son urgentes y concretas: un salario inicial de $1.800.000 para frenar el éxodo profesional -que ya suma más de 220 renuncias en los últimos meses-, el fin de la precarización de residentes y becarios, y la reapertura de canales de diálogo con un Ministerio de Salud que, según denuncian, ni siquiera se presenta en las audiencias de la Secretaría de Trabajo.

El conflicto excede al Garrahan. Es un grito nacional. Por eso, profesionales de la salud, familiares de pacientes y una amplia gama de organizaciones gremiales y políticas confluirán en las calles. La Asociación de Trabajadores del Estado (ATE), sindicatos de prensa, educación, enfermería, psicología, así como agrupaciones estudiantiles, sociales y de derechos humanos confirmaron su participación. "Crece la convocatoria en defensa de nuestro hospital, la salud pública y todas las causas justas", celebró APyT.

Entre las agrupaciones presentes, Salud en Marcha denunció el "vaciamiento" del sistema de salud y señaló que la motosierra del gobierno libertario "no sólo corta salarios y derechos, también corta la vida de quienes dependen del sistema público". A su vez, organizaciones de izquierda como el Frente de Izquierda de los Trabajadores (FIT) y el Nuevo MAS acompañarán la movilización con sus tradicionales postas de atención médica. "Plata hay. Tiene que ir a un inmediato aumento de salario y del presupuesto de salud, no para el Fondo Monetario", afirmaron los diputados Mercedes de Mendieta y Juan Carlos Giordano. 

Los legisladores llamaron a la CGT a romper el pacto con el gobierno y convocar a un paro nacional. La solidaridad también llegó desde el subsuelo: la Asociación Gremial de Trabajadores del Subte y Premetro (AGTSyP) realizó una apertura de molinetes en la estación Federico Lacroze de la Línea B entre las 8 y las 9 de la mañana. "La lucha de los trabajadores del Garrahan es la lucha de todos los trabajadores", indicaron los metrodelegados.

Además, siguen denunciando la presencia de asbesto cancerígeno en los subtes y exigen la declaración de emergencia operativa para la línea B. En un gesto que resonó fuerte, el actor Juan Minujín también visitó el hospital y respaldó el reclamo. "Podemos discutir muchas cosas, pero no el acceso a la salud de los chicos. Frente a eso, como sociedad, tenemos que ponernos de acuerdo", afirmó desde la puerta del Garrahan. 

El actor rehusó politizar la protesta, pero dejó claro su apoyo: "Si todos pudieran ver cómo luchan los trabajadores de este hospital, la empatía sería enorme". Mientras Milei insiste en el ajuste y el desfinanciamiento del Estado, el Garrahan y los hospitales públicos del país se levantan como símbolo de una resistencia que no se resigna a elegir entre salud o deuda. La convocatoria de este jueves promete ser masiva y contundente. "Si gana el hospital, ganamos todos", sentenciaron.