14 Abril de 2016 11:28

Antiguamente las casamenteras tenían una libretita donde anotaban, en dos columnas, las tipologías de candidatos y de señoritas casaderas para hacerlos coincidir en algún encuentro. Seguramente, tenían en cuenta estas características. ¿Cuál sería la tuya?
La romántica + el m-a-r-i-d-o
Ella busca el hombre perfecto, ese que la agarra bien de la cintura. Tal vez no sea súper bonita, pero sabe destacar sus atributos. Es admirada y envidiada. Si en tu Instagram subís fotos de torsos masculinos con emoticones de corazón, estás buscando uno de estos caballeros. Lo podés encontrar en la ferretería de la esquina esperando su turno para comprar algo, porque estos hombres son los que se arreglan solos el baño cuando se les rompe un caño.
La que-no puede-estar-sola + el-que-no-puede-estar-solo
Cualquiera que quiera quererla es el amor de su vida. Pasa de una relación a otra sin esperar ni un poco, sin tragedias, ni grandes crisis. La dependencia la integra perfecto al club de aquellos a los que no les hace bien estar un tiempo solos. Si sos así, encontrás a tu hombre un viernes y el domingo estás almorzando con tus nuevos suegros.
La atlética y el que vive en el gimnasio
Este tipo de mujeres están bronceadas todo el año, visten colores flúo y lycras ajustadas, toman batidos energéticos de vitaminas. Si trabajan medio tiempo, el otro medio lo pasan entrenando. Si sos esta onda, tu amor está en la sala de musculación, tiene tabla de lavar en vez de tórax, el cuello ancho como un escuerzo enojado y una voz algo extraña (¿por la cantidad de esteroides?). Preguntale, haciéndote la tonta, cuántas calorías se queman por orgasmo. Enseguida te invita a cenar ensalada de lechuga y berro con agua fortificada. Después, ya sabés.
La modelo y el futbolista
Altas, divinas, curvilíneas, tienen en su haber algún que otro desfile de lingerie o de estilismo. Aspiran a noviar con un futbolista, aunque sea el mediocampista de las inferiores de Calamuchita Jrs. Si sos promotora es casi lo mismo, ya das modelo, así que lo podés encontrar a la salida del vestuario, recién bañadito y con ganas de charlar. Ofrecele un flyer del lubricante de auto y sonreíle. Enseguida te invita a tomar una gaseosa al bar.
La separada y el solterón
Señoras lindas, arregladas, recién estrenadas en el divorcio tras un matrimonio largo y fallido, sus hijos ya están grandes. La vida está hecha para recorrerla de a dos y no quieren seguir en soledad, por lo que van en busca de un señor soltero. En la milonga, o la fiesta de la confitería importante que cumple 20 años en el barrio. Si sos de ellas, en esas reuniones podés elegir la frazada perfecta para los inviernos que se aproximan.