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¿Esto a quién beneficia?

Caputo quiere que se gasten dólares sin preguntas: una política económica de colchón, remonetización y promesas sin ancla

El ministro confirmó que trabaja en medidas para que los argentinos "usen los dólares sin dar explicaciones".

05 Mayo de 2025 13:02
Luis Caputo
Luis Caputo

En otra exposición de diagnóstico informal y promesas sin calendario, el ministro de Economía Luis Caputo volvió a mostrar cuál es el norte del gobierno libertario encabezado por Javier Milei: un país donde el Estado no pregunte de dónde vienen los dólares, pero tampoco sepa hacia dónde va la economía. En una entrevista con tono de charla de café, el funcionario confirmó que el Gobierno trabaja en un paquete de medidas para desregular aún más el uso de divisas. 

El objetivo: facilitar que los argentinos saquen los dólares que tienen "en el colchón" y los gasten sin dar explicaciones. "Lo que vamos a hacer más es que la gente esté más proclive a sacar sus dólares del colchón, caja de seguridad o de donde sea y gastarlos", afirmó Caputo, quien parece más enfocado en fomentar el consumo en dólares que en resolver las causas estructurales que empujaron a los argentinos a ahorrar fuera del sistema financiero. 

Lejos de la prudencia técnica, el ministro remarcó que es necesario que la economía se remonetice, sostuvo que lo "más lógico es que se realice en dólares" y redobló la apuesta con un lenguaje más de stand up que de gestión: "No compro el cuento de que la gente no saca sus dólares para gastarlos. La realidad es que no lo hacen porque les rompen los cocos". De esta manera, destacó que las medidas tendrán que ver con decisiones que tomarán el Banco central, el Ministerio de Economía y ARCA.

La frase resume una visión peligrosa: una economía nacional que se resigna a su propia informalidad, que no se preocupa por el origen del dinero ni por generar confianza para atraer capitales genuinos, y que apuesta a una suerte de sincericidio financiero donde gastar sin justificar reemplaza a producir, invertir o generar reglas estables. En esa línea, Caputo insistió en que "para que sea un país normal, nadie te pide explicaciones de cómo gastás la plata".

Caputo y Milei
Caputo y Milei

Todo esto como si la opacidad financiera fuera sinónimo de libertad económica. El ministro apuntó en que la idea es "no dar explicaciones sobre lo que gastes sin tener que dar explicaciones. Más allá de que no estaba bancarizado. Es un cambio cultural que hay que explicarlo bien". El paquete de medidas, que incluiría decisiones del Banco Central, el Ministerio de Economía y el flamante organismo recaudador ARCA, apunta a una "remonetización de la economía en dólares". Es decir, legalizar lo que hasta ahora se hacía por la sombra: gastar sin control, mover divisas sin regulación y confiar en que el mercado, mágicamente, ordenará lo demás. 

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Lo paradójico es que esta cruzada por desregular ocurre mientras el país apenas está saliendo de un cepo cambiario férreo, tasas de interés negativas y un sistema financiero completamente disfuncional. En paralelo, Caputo lanzó una novedad fiscal que promete abrir un nuevo frente de discusión federal: la competencia entre provincias por la alícuota del IVA. En otras palabras, convertir el impuesto más regresivo del país en una carrera de fondo entre distritos para ver quién cobra menos. Según explicó, la Nación se quedaría con el 9% y el resto dependería de cada jurisdicción. Un sistema que, lejos de simplificar, puede desatar una guerra tributaria entre provincias con desigualdades estructurales marcadas, sin resolver la crisis de recaudación que el propio Caputo admite como uno de los principales problemas del país. 

Banco Central
Banco Central

Mientras tanto, el ministro celebró que la inflación de abril podría rondar el 3%, pero aclaró que su gestión "no se focaliza en el corto plazo", como si los precios en góndola fueran un detalle menor. Para Caputo, la inflación "va a colapsar inexorablemente", una promesa que ya se escucha desde diciembre pero que no termina de traducirse en recuperación salarial ni en reactivación económica. El ministro también reconoció que "Argentina está más cara en dólares" que antes, aunque aclaró que es porque "la competencia aún no llegó", una explicación que se repite como muletilla cada vez que los precios no bajan. 

En sectores como la indumentaria o el calzado, dijo, los precios siguen altos "porque la gente los convalida", desligando toda responsabilidad del Gobierno. Así, entre frases livianas, metáforas de colchón y fe en un futuro que siempre está a la vuelta de la esquina, Caputo expuso la fragilidad de una gestión que improvisa medidas mientras desmantela estructuras sin construir alternativas sólidas. En lugar de generar confianza, apuesta a que la gente consuma dólares guardados. En lugar de fortalecer la recaudación, promete una competencia fiscal incierta. En lugar de ofrecer certidumbre, repite que "estamos en otra Argentina", aunque la mayoría siga viviendo en la misma.

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