28 Noviembre de 2015 08:45
Más allá de su belleza estética, las plantas “hogareñas” , como todas, cumplen una función mucho más importante, a veces olvidada: purifican el aire del ambiente en el que se encuentran.
Las plantas son biomáquinas purificadoras.
Pero un estudio de la NASA reveló que algunas lo hacen mejor que otras para filtrar determinadas sustancias contaminantes en lugares cerrados.
El informe tomó en cuenta los diversos contaminantes presentes en el aire, las características de las plantas, y la facilidad para conseguirlas en el mercado. Los contaminantes más comunes y que las plantas se encargan de filtrar son benceno, xileno, amoníaco, tricloroetileno y formaldehído, según el estudio.
Bill Wolverton, director de la organización ambiental Wolverton Environmental Services y autor principal de aquel estudio, dijo que BBC que esas recomendaciones, que datan de 1989, siguen vigentes.
Potus (Epipremnum aureum)
Clásico en todos los hogares.
Es muy resistente y no requiere de grandes cuidados, por eso se utiliza ampliamente para decorar oficinas, centros comerciales y otros lugares públicos. Se adapta fácilmente a temperaturas de entre 17º y 30ºC. Sólo hay que regarla cuando la tierra está seca.
Espatifilo o flor de la paz. (Spathiphyllum sp.)
Fácil de cuidar y muy útil.
Aparte de atractiva, puede sobrevivir con poca luz y agua. Crece en temperaturas superiores a los 18ºC, son plantas longevas y su flor, en realidad, es una hoja que envuelve a las semillas.
Palmera de bambú (Raphis excelsa)
Palmera de bambú, otro clásico hogareño.
Esta planta originaria de Asia puede alcanzar los 3 metros de altura, es muy común en jardines e interiores, y demostró eficacia para renovar el aire.
Lengua de tigre, espada de San Jorge (Sansevieria trifasciata)
Luce en interiores y exteriores.
Esta variedad es muy utilizada en la decoración de interiores y tiene la ventaja de sobrevivir en condiciones desfavorables. Si se la cultiva en exteriores puede aguantar temperaturas muy altas (incluso de 40ºC) y también muy bajas (-5ºC), siempre y cuando estos extremos sean esporádicos.
Árbol del caucho (Ficus robusta)
Con los años se convierte en árbol.
Puede crecer muy rápido, por lo que necesita espacio en el lugar donde se la ubique. Es muy resistente a las enfermedades, y como tiene un índice elevado de transpiración ayuda a mantener la humedad en el ambiente.
