20 Julio de 2017 02:27
En Argentina se tiene la costumbre de querer atacar siempre a los formadores y siempre como ha demostrado la historia creer que todo se puede hacer maravillosamente desde el gobierno quien mejor que el para decidir cuanto debe costar algo: esta es una de las costumbres argentinas. Quizás por eso nos gustan tanto los programas de controles de precios creyendo que asi automáticamente se cura la inflación y cuando los problemas siguen y es mas se agravan es culpa de los formadores de precios que retiran sus productos o los suben para hacernos morir de hambre a los demás.
Este libro escrito en 1979 nos demuestra porque la inflación no se resuelve obligando a un productor a vender barato su producto sino que además perjudica a los consumidores y a los mismos que las establecen desde el Antiguo Egipto hasta la época de Jimmy Carter todos los intentos registrados deben servir de ejemplo para todo lector argentino que se sienta tentado por las palabras de la Diputada Elisa Carrió con el tema de los supermercados y enseñara también quien es el VERDADERO causante de la inflación y como se la combate. Excelente libro le digo que al que esta leyendo esto no le hace falta saber de economía para poder leerlo el libro lo explica con una claridad excelente y lo inmunizara contra aquellas medidas que por mas bienintencionada sea la voluntad del gobernante esta indefectiblemente condenada al fracaso y también le sacara un mito que seguramente en la escuela aprendió que era mas imprescindible que el agua.
