06 Octubre de 2016 10:45
¿Cuántas veces nos levantamos con un humor de perros y no queremos que nos digan ni un "¿cómo estás?". Ellia, una niña de cuatro años, se levantó llorando y los gritos de su cama. Su madre, apenas se dio cuenta, sabía que se venía el terremoto...
"¿Qué pasa?, ¿Recién nos levantamos?", fueron las preguntas de Anna para calmar a su hija quien recién se había levantado. Para su suerte Ellie se calmó sola, abrazó a Tessa, su hermana menor, y le dijo al oído: "Te amo".
¡Pura ternura!