26 Octubre de 2016 11:33
El movimiento Hokkers of Hillary (las putas de Hillary) está dando que hablar en Estados Unidos, es que la prostitución es legal en un único estado, el de Nevada y es ahí donde las chicas debaten sobre el futuro político de su país.
Las mujeres que ejercen la prostitución en Nevada lo hacen en establecimientos llamados brothel (burdel) y en Carson City, la mínima y desconocida capital del estado, la mayoría de estas casas de placer se comunican entre ellas. Todas pertenecen a un mismo dueño, Dennis Hof, conocido en Estados Unidos por su reality show Cathouse.
Huf y las chicas.
Hof declaró que apoyaba a Trump abiertamente, pero también que animaba a las chicas a que sigan con su campaña a favor de la candidata demócrata.
Algunas de las chicas conversaron con el diario El País de España: “me crié en un hogar republicano en Oklahoma, pero voy a votar a Hillary” cuenta Sable Renae, un mujer de 45 años, que ya es abuela de cuatro nietos. “Trump continuará la política económica de Ronald Regan y ya se sabe que eso no funciona. Estudié historia y les explico a las chicas cómo funciona el sistema político”, agrega la ex empleada de recaudación del HSBC.
Las fans de Hillary.
En Nevada está prohibido publicitar los burdeles, pero las trabajadoras están protegidas, se exámenes médicos obligatorios cada semana, tests de HIV periódicamente y el uso de preservativos es obligatorio. Estas mujeres consideran que Clinton va a defender mejor el sistema de salud y los derechos de las trabajadoras del sexo.
La promo del reality.
“Las chicas chicas critican mucho a Trump y su parte macho blanco dominante”, dice Ondine Desire, de 30 años. “Yo apoyaba a Bernie Sanders, pero con Clinton estoy convencida de que como mujer voy estar más segura”. Desire era trabajadora social y vivía en Chicago antes de mudarse a Nevada y dedicarse a la prostitución: “Trump ve a las mujeres como objetos, pero yo decido por mi misma cuándo quiero ser tratada como un objeto”.
Un disfrute para todos.
¿Quién ganará las elecciones? Cada vez falta menos para saberlo.
