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Deshumanización

Cinismo oficialista: la repudiable reacción del Gordo Dan y el silencio del Gobierno libertario ante la muerte de Pepe Mujica

Daniel Parisini publicó un violento comentario sobre el ex presidente de Uruguay.

14 Mayo de 2025 08:40
Javier Milei y el Gordo Dan
Javier Milei y el Gordo Dan

Mientras buena parte del continente despedía con respeto y admiración al ex presidente uruguayo José "Pepe" Mujica, símbolo de la reconciliación política y la austeridad republicana, una voz disonante emergió desde el rincón más ruidoso del oficialismo libertario. Daniel Parisini, más conocido como el "Gordo Dan", volvió a dejar en claro que su rol como vocero extraoficial del mileísmo no está atado ni al decoro ni al más mínimo respeto por la historia y los valores democráticos.

El repudiable posteo del Gordo Dan
El repudiable posteo del Gordo Dan

Horas después de conocerse la muerte del ex mandatario oriental, Parisini no dudó en vomitar en redes sociales una serie de comentarios que oscilan entre el desprecio y la glorificación de la violencia verbal. "Uno menos", escribió, mofándose de la figura de Mujica y desatando una tormenta de repudios. No fue un exabrupto aislado: acompañado por capturas del asistente de inteligencia artificial de X (ex Twitter), que enumeraba los delitos cometidos por Mujica en su juventud como militante tupamaro, Parisini completó su mensaje con otro ataque: "Qué tremendo gángster fuiste en vida, Pepe Mujica. Adiós".

Lejos de retractarse o guardar silencio, tal y como hizo el Gobierno de Javier Milei ante la muerte del ex mandatario, el influencer redobló la apuesta en su programa de streaming "La Misa", emitido por el canal libertario Carajo, donde el propio Presidente ofreció recientemente una entrevista maratónica de seis horas. "Obvio que vamos a festejar la muerte", dijo con tono burlesco al aire, mientras ironizaba sobre las críticas recibidas por su comportamiento. Para Parisini, el respeto por los muertos "de ellos" es una obligación impuesta, una concesión que se niega a hacer. "Terroristas que pusieron bombas y mataron gente", justificó.

Lo que Parisini olvida -o elige ignorar- es que Mujica, más allá de su pasado, fue un símbolo internacional de reconciliación, que pasó por más de una década de cárcel, se despojó del odio, y gobernó promoviendo el diálogo y el bienestar colectivo. No hay en su trayectoria como presidente del Uruguay una sola mancha que lo vincule con los vicios del poder o con la violencia institucional. Su renuncia al privilegio personal y su prédica de la humildad contrastan dolorosamente con el tono altanero y la moral selectiva de Parisini y el espacio que lo sostiene. "Ni en el último día de su vida declaró haberse arrepentido de eso", cerró el Gordo Dan.

Pero el escándalo no quedó en lo virtual. La candidata legislativa porteña Lucille "Lula" Levy (Evolución) le salió al cruce con un mensaje que desnudó la mezquindad del influencer libertario: "Mujica eligió vivir con austeridad, vos con resentimiento. Cada quien con lo que puede". La respuesta de Parisini fue tan violenta como habitual: "Mujica eligió matar policías y celebrar la masacre de Maduro. Yo elegí ser un hijo de puta, pero no llegué a tanto como él"

El insulto no es novedad en el discurso del Gordo Dan ni en el gobierno de MIlei. Pero lo que debería preocupar no es solo su brutalidad verbal, sino el lugar que ocupa en el engranaje comunicacional del Gobierno. Parisini no es apenas un provocador de redes: es uno de los pocos interlocutores privilegiados con el presidente Milei, un operador sin cargo que opera como vocero de facto, y cuya palabra coincide en más de una ocasión con despidos y movimientos internos del gabinete.

Lucille "Lula" Levy le salió al cruce
Lucille "Lula" Levy le salió al cruce

Mientras la Cancillería, la Presidencia y todos los organismos oficiales eligieron el silencio ante la muerte de Mujica -un silencio que no es prudente, sino cómplice-, Parisini apareció como el único en hablar, quizás porque dice lo que otros prefieren no decir, pero piensan. La pregunta no es por qué lo hace, sino por qué lo dejan hacer. En definitiva, lo que Parisini expresó con crudeza no es solo una falta de respeto personal hacia un líder regional fallecido: es un síntoma. La deshumanización del adversario político, el desprecio por los valores democráticos y la lógica binaria de "ellos y nosotros" se volvió moneda corriente en un oficialismo que tolera, amplifica y se espeja en figuras como el Gordo Dan. La muerte de Mujica reveló, una vez más, que en la Argentina de Milei, hasta el silencio oficial puede ser más ruidoso que la barbarie.

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