27 Mayo de 2025 11:36

Si bien fue Thiago Medina quien se animó a la vida de exposición al entrar a Gran Hermano, su hermana Camila Deniz también supo ganarse el cariño del público desde la tribuna. Ese carisma la llevó a formar parte de Cuestión de Peso, donde, una vez más, se robó todas las miradas. En ese contexto, se animó a una experiencia inusual: entrevistarse a sí misma.
En los últimos días, la participante recibió el alta por segunda vez. Durante meses, su objetivo fue bajar de los 99 kilos y finalmente lo logró. A modo de despedida, se formuló preguntas sobre su pasado y su futuro, sin guardarse nada.

El camino no fue fácil. En especial los últimos meses, cuando fue duramente sancionada por algunas de sus actitudes, lo que la obligó a enfrentarse a la balanza tres veces por semana. En ese mano a mano consigo misma, Camila se permitió la honestidad absoluta. "¿Cómo te sentís hoy?", se preguntó. Su respuesta fue clara: "Feliz y radiante".
Sobre su visión del presente desde el pasado, confesó que nunca imaginó poder bajar de peso, aunque hoy lo considera su mayor logro. "¿Alguna vez pensaste ser una persona reconocida?", se consultó. Su respuesta conectó con los sueños que comenzó a construir en pandemia: "Había hecho una lista con todo lo que quería cumplir, y una de esas cosas era ser conocida, ser influencer. Empecé con TikTok. Y ahí arrancó todo".
También hubo espacio para el dolor. Camila abrió su corazón al recordar a su madre: "Me arrepiento de no haberla disfrutado más. Mi mamá fue todo para mí. El día que la fui a despedir se me cayó el mundo. Pero gracias a ella estoy acá, presente, y soy un ejemplo".
Conmovida, también habló de sus orígenes y la humildad con la que creció: "Siempre fuimos los huérfanos que nunca íbamos a llegar a nada. Y hoy, ver triunfar a Thiago, mi hermano, y tener la posibilidad de vivir en una casa como la gente, me emociona mucho", dijo entre lágrimas.

La joven no evitó hablar de las heridas profundas: "Me hice mucho daño a mí misma. Pude reparar la tristeza que cargaba. Pude perdonar a la persona que me lastimó". Y agregó con sinceridad: "Era una persona con sobrepeso que vivía angustiada. Parecía feliz, pero no lo era".
Más adelante, Camila Deniz fue contundente: "Creo que soy un ejemplo a seguir. A los 17 años perdí a mi mamá y me quedé sin nada. Sentí que se me fue el mundo, que todo terminaba ahí. Me fui a Mar del Plata a matarme. En un momento sentí que no podía sostener esto".

Hoy, esa joven que vivió tanto dolor se reconoce "radiante", con ganas de seducir al mundo, de comprarse ropa, de mostrarse segura de sí misma, algo que, según dice, no podía hacer antes. Su historia, atravesada por la pérdida, la superación y la exposición mediática, es también una historia de resiliencia.