19 Julio de 2016 10:50
Peter Brown, psicólogo de la Universidad de Washington, pasó 80 años de su vida investigando el aprendizaje y la memoria, y descubrió cuál es el mejor proceso para asimilar nuevos conocimientos.
Brown sostiene que leer y releer los libros no es la mejor manera de conseguir buenos resultados.
Seguí estos consejos y no habrá examen que pueda con vos:
No releer las notas:
¿Releer? Mejor no.
Las investigaciones de Brown demostraron que repetir una y otra vez la misma información hará que te confundas. Cuando leés por primera vez el capítulo de un libro, hacés el primer movimiento de abstracción, y aprendés algo. Pero al hacer la segunda lectura, tu cerebro cree que ya conoce dichas ideas y se pone en una postura de “esto ya lo sé”, y eso evita que hagas un proceso más profundo de comprensión. Tu memoria no va a estar lúcida si la llenás de repeticiones.
Hacete preguntas:
Hacé como Dexter: preguntate todo.
Después de hacer una única lectura, el paso siguiente es la auto evaluación. Podés apoyarte en los cuestionarios que vienen al final de algunos libros o hacer tus propias preguntas. Cuando haces esto, tu cerebro trabaja en “recuperar” la información que acaba de obtener y la pone al filo de tu memoria. Haciéndote preguntas te obligas a dar una respuesta propia, que será el resultado de una reflexión original ¡y tuya!
Relacioná con algo que ya sabés:
La data está en vos, buscala.
Es muy sencillo: si estás estudiando la Segunda Guerra Mundial, por ejemplo, podés relacionar sus inicios con la pintura del “Guernica”, de Pablo Picasso. La fecha en que fue pintada la obra y el inicio de la Guerra es la misma. De igual manera lo hacés con otros ejemplos, incluso de tu vida cotidiana.
Dibujá la información:
Dibujá.
No todos tienen el don del dibujo, pero no es necesario que hagas una obra abstracta por cada concepto que trabajes. Basta con un simple diagrama, un mapa conceptual o cualquier otro modelo que ordene la información de manera visual. Tu memoria recordará más fácil una imagen o símbolo que una hoja llena de texto.
Usá flashcards:
Tarjetas que ayudan.
¿Qué son las flashcards? Pequeñas fichas que siguen el modelo pregunta-respuesta. En un lado de la tarjeta se escribe la pregunta sobre el tema y en el reverso, la información necesaria. Todo funciona mejor si le agregás una pequeña imagen que se relacione con el tema. Recordá que el sentido más importante del humano es la vista y entre más color tenga el objeto, más fácil de recordar será.
Descansá en intervalos:
Un poco de descanso.
No sirve de nada que pases ocho horas seguidas estudiando la misma información. Repetirla, como ya dijimos, sólo provoca que te confundas más y si lográs memorizar algo, seguro te lo olvidás en una semana. Probá espaciar los momentos de estudio para no caer en la repetición. Cambiá las estrategias de aprendizaje y sobre todo, relajate, que no sos una máquina.
Repasa durante varios días:
Como Velma, tomate varios días.
Es común que los profesores traten de abarcar un tema por día, pero lo único que logran es el desaprendizaje. Podés contrarrestar este problema dejándote a mano tus flashcards cerca de tu lugar de estudio. No es necesario que leas el contenido, con sólo verlo tu memoria trabajará constantemente y te traerá las ideas que viste la semana pasada. Es como un rito de invocación.
Nuevos métodos para mejores resultados. Te van servir, seguro.