07 Agosto de 2019 15:03
Carlos Roberto Cordero, un militar retirado de 60 años, había desaparecido el 26 de junio último en Olavarría. El hombre hacía trabajos como gasista y al día siguiente su auto apareció incendiado en la ruta provincial 226, a metros de un santuario del Gauchito Gil.
A partir de ahí, se inició una investigación que derivó en la posterior recompensa de $200 mil por algún dato sobre su paradero de parte del Ministerio de Seguridad bonaerense. Cordero apareció el 6 de julio, pese a que su cuerpo todavía no fue identificado: estaba mutilado y totalmente calcinado.
Tan sólo quedaba intacto un zapato, por lo que su identificación será por medio de estudios de ADN este jueves, por lo que los resultados recién estarían este fin de semana. Por el hecho quedó detenido Claudio Daniel “Chaco” Ibarra, de 39 años, quien tiene antecedentes penales y fue a la última persona que llamó a la víctima.
Si bien la fiscal Paula Serrano, de la UFI N° 5 de Olavarría, indagó al detenido por "homicidio agravado por el uso de arma de fuego y su comisión con alevosía", el hombre no declaró y los investigadores analizan tres hipótesis: robo, la venganza o un crimen por encargo.
Teniendo esto en cuenta, en las últimas horas fue detenida también Anabella María José Landalde, de 22 años, quien está embarazada de 8 meses y es pareja de Ibarra. Según los investigadores, Landalde habría sido clave en la planificación del brutal ataque contra Cordero.
La joven de 22 años ejerce la prostitución y según las fuentes del caso habría pactado para el 25 de junio, un día antes de la desaparición, en su casa, ubicada en Joaquín Portualé al 2200, un encuentro sexual con el militar retirado. A una casa de ese domicilio vive “Chaco”: al llegar, Cordero habría sido atado de pies y manos, y asesinado de un disparo en la cabeza.
Según las fuentes del caso, este era el modus operandi de la pareja: Landalde seducía a sus víctimas, pactaba encuentros sexuales y “Chaco” los sorprendía, los atacaba, los golpeaba brutalmente para robarles todas sus pertenencias. Por esta razón, los investigadores sostienen que Cordero fue asesinado en el marco de un robo, pese a que no descartan ninguna hipótesis.
Landalde será indagada este miércoles como partícipe primaria del crimen por la fiscal de la causa y luego será trasladada a un penal de La Plata. Fue imputada, al igual que su pareja, por "homicidio agravado por el uso de arma de fuego y su comisión con alevosía".
El cadáver había sido encontrado el 6 de julio por un hombre que caminaba a la vera de la ruta provincial 226 y calle Junín, a metros de un santuario del Gauchito Gil, en Olavarría. Según los investigadores, Cordero -padre de cuatro hijos- contrataba servicios de trabajadoras sexuales.
Ese 26 de junio, Cordero había visitado a un amigo, quien fue el último que lo vio con vida. Las cámaras de seguridad siguieron su coche hasta el barrio donde fue detenido “Chaco” y su pareja. Antes de subir a su Ford Fiesta Max, el ex militar hizo un llamado a un celular a Ibarra.
Ibarra tiene varios antecedentes penales por diversos delitos, entre ellos "robo, amenazas y tenencia de armas", desde por lo menos el 2003. Además, purgó penas en la Unidad Penitenciaria 27 de Sierra Chica, donde en 2008 se escapó y fue recapturado rápidamente; y en la Unidad Penitenciaria 14 de General Alvear, de la cual también huyó en 2012.
