12 Marzo de 2017 11:56

A comienzos de la década de los 90 el Departamento de Agricultura de los EEUU creo la famosa piramide alimenticia, en la cual se especificaba un índice de los alimentos fundamentales en toda dieta humana y sus cantidades. Durante años hemos vivido observando y repitiendo este modelo hasta en el cartel de leche.
Harinas, carnes y lácteos estaban a la cabeza, no se le daba importancia a la vida sana ni a la actividad física, mucho menos a la salud mental y al bienestar emocional. Luego de años de estudios y de acumular muchisima evidencia que hablaba que sostener ese tipo de dieta quizás no era tan saludable los paradigmas cambiaron.
Ejercicio diario, mucha agua y verduras!
Gracias a los avances en nutrición y medicina hoy podemos evolucionar sobre esta pirámide alimenticia y desarrollar una nueva, más ajustada a mejorar la calidad de vida y la calidad de los alimentos que ingerimos día a día, para luchar contra la obesidad y el sedentarimos promoviendo una alimentación saludable.
Prestigiosas academias como la Sociedad Española de Nutrición Comunitaria (SENC) y el Departamento de Nutrición de la Universidad de Harvard, avalan estas modificaciones sustanciales y necesarias sobre las que se basa la nueva pirámide alimenticia:
LA NUEVA PIRÁMIDE ALIMENTICIA
Por orden de importancia, el nuevo orden se articula de la siguiente manera:
#1 Ejercicio diario, descanso adecuado y una correcta hidratación con agua
El ejercicio diario es uno de los factores más importantes.
Luego sobre esta base destaca los siguientes lineamientos sobre los cuales tiene que estar basada una dieta:
#2 Consumir regularmente, es decir, todos los días o más de una vez por día.
A la verdulería! Ya no hay más excusas.
-Verduras y frutas. Por lo menos 3 por día. Son la base de toda dieta sana y completa.
-Grasas y aceites buenos. (Aceite de oliva, palta, frutos secos)
-Cereales integrales (ricos en fibra)
#3 Consumo diario o frecuente. Una vez por día o menos.
Legumbres y pescados, dos ingredientes esquivos en la cocina argentina.
-Legumbres, frutos secos y semillas
-Hierbas, especias e infusiones.
-Pescados, aves y huevos.
#4 Consumo moderado. 3 a 4 veces por semana o menos.
Lácteos.
Carnes rojas y carnes procesadas.
Sales y azúcar.
Granos refinados, arroz y pastas. Harinas.
Carne y pan, es difícil negarse, pero hay que limitarlos.
A modo de conclusión y siguiendo la línea de los expertos lo más recomendable es hacer ejercicio regularmente, comer mucha fruta y verdura, tomar mucha agua, tratar de evitar las comidas procesadas, hacerse amigos de las semillas, frutos secos y los pescados. Sí somos fanáticos de las bebidas azucaradas, el alcohol y las carnes rojas, hacerlo con moderación.
Como afirma el Doctor Cormillot: “Comer mucho de lo que nazca de la tierra y poco de lo que se mueve por sobre ella”.
Las cifras de obesidad y problemas de salud relacionados con la mala alimentación son alarmantes y crecen día a día. La industria alimenticia no mide consecuencias con tal de ampliar sus ganancias y las sustancias y aditivos que se le añaden a los alimentos con tal de abaratar costos, saborizarlos y extender su vida útil, tienen muy poca regulación. Por esta razón, hoy mas que nunca es necesario aprender a comer mejor, equilibrar nuestras balanzas y saber que es lo que contiene nuestro alimento.