23 Abril de 2019 18:50
El miércoles 12 de septiembre del año pasado, el secretario general de Suteba, Roberto Baradel, denunció el secuestro y tortura de una docente en la localidad bonaerense de Moreno. Según describió, "le pusieron una bolsa en la cabeza y se la llevaron en un auto", cuando participaba de una olla popular frente al CEC 801.
“Es un hecho gravísimo y estamos haciendo la denuncia en la fiscalía. Ya hablé con Cristian Ritondo y vamos a darle la máxima difusión para que esto no quede impune”, se lo escuchaba decir a Baradel en un audio al que tuvo acceso BigBang. Al mismo tiempo, el gremialista detallaba en rueda de prensa que a la maestra le escribieron sobre la panza con un punzón la frase "Ollas no", y le pidió a la gobernadora María Eugenia Vidal que repudie este hecho públicamente.
El nombre de la “víctima” es Corina De Bonis, de la escuela 801, y desde el gremio señalaron en aquel momento que la docente fue amenazada de muerte al ser liberada. "Estás acciones cobardes, típicas de grupos de tareas de las etapas más oscuras de la historia de nuestro país no lograrán frenar el legítimo reclamo de dignidad para nuestro pueblo", repudiaron desde Suteba-Moreno.
La maestra había denunciado que le pusieron una bolsa en la cabeza, la obligaron a subir a un vehículo de color bordó, dentro del mismo la golpearon y le escribieron con un punzón sobre el abdomen. De Bonis fue una de las gestoras de la protesta con ollas populares en el CEC 801, ubicada en el barrio de Villa Anita, y había denunciado el desfinanciamiento educativo que afecta a esa institución.
Sin embargo, no todo es lo que parece. Hoy, a 223 días del hecho, De Bonis fue procesada por falso testimonio y deberá presentarse a indagatoria junto a la directora de la CEC 801. Para el fiscal Emiliano Buscaglia, a cargo de UFI N° 5, ambas incurrieron en el delito de falso testimonio.
Según pudo saber BigBang, el fiscal descree de la palabra de la docente debido a algunas incongruencias en su declaración. La mujer dijo haber sido secuestrada en un auto “viejo” de color bordó”. Pero las cámaras de seguridad de la zona donde la docente dijo haber sido secuestrada, golpeada y torturada no registraron un vehículo con esas características.
Al mismo tiempo, De Bonis señaló que fue amenazada por un hombre el 23 de agosto mediante una llamada al teléfono del Centro Educativo Complementario 801. La Justicia analizó los llamados de aquel día y el único contacto registrado fue de la mamá de una alumna que duró un minuto. La madre fue citada a declarar y descartaron que haya sido la responsable de las amenazas.
Por otra parte, las pericias a las fotos del abdomen de la maestra con la frase “ollas no” determinaron que el tipo de la grafía con las que fueron hechas es incompatible a un intento de tortura, ya que, según los especialistas, tienen un trazo parejo.
Al mismo tiempo, las cámaras de seguridad registraron a la docente caminando en dos lugares diferentes en un tiempo que tampoco condice con la posibilidad de un secuestro. Las imágenes muestran a De Bonis caminando por una zona y minutos más tarde -cuando debía estar secuestrada según su relato- aparece deambulando por otro lugar cercano.
Al comienzo, se barajó la posibilidad de que se tratara de un apriete de narcos barriales o de una posible pelea entre punteros gremiales y municipales. ?Sin embargo, ahora el fiscal sostiene que la docente incurrió en el delito de falso testimonio.
