07 Octubre de 2016 07:24
Entre falsos héroes y promesas, la selección volvió a enojar. Decir que el partido fue aburrido no sería justo. La verdad es que fue casi un placer, si no fuera porque soy argentino, ver a la selección peruana jugar uno de sus mejores partidos, mostrando técnica, entrega y unas ganas de ganar que por momentos hizo que me quiera cambiar la camiseta.
Gol de Perú
Quiero dejar claro algo: a Higuaín lo pasaría por la picadora de carne. Haga goles, no haga goles. No me importa cuántas veces el padre hable de sus valores en algún programa deportivo o que en Italia sea considerado un valor irremplazable. Tampoco me voy a dejar convencer por las aburridas y estrambóticas estadísticas de Tití Fernandez, su operador número uno en los medios.No se puede jugar con un tipo así. Hizo un gol, pero fue lo mismo que jugar con un paredón o un poste móvil. Verlo jugar parece más un ensayo de física que otra cosa. El gol fue resultado de eso, un experimento de física de Zabaleta. Es como tirarle un pelotazo a algún tipo de objeto casi inanimado y que la bola entre al arco por el efecto del rebote. Basta de Higuaín y su barbita de bonachón.
Kun, Mánchester te espera. Volvé.
El Kun Agüero es otro que claramente no va. Sus años en el Manchester City lo deben haber convertido en inglés, porque es evidente que no siente la celeste y blanca. Creo que por eso se terminó separando de Giannina: porque le dolía el daño que D10S le había hecho en el 86 a la que siente como su nueva patria. Cuando está con Messi, el actual dorima de la Princesita funciona mejor, es cierto. Pero creo que sucede porque es un obsecuente (lo cual podrían imitar los demás) que lo único que hace es recibir la pelota, arremeter contra la defensa al estilo Obelix contra los romanos y pasarle la bocha al único jugador argentino que nos hace grandes, Messi.
Lío, hipster y todo, te queremos.
No podemos hablar de todos los jugadores con tanto detalle, pero no puedo dejar pasar a Di María corriendo como un loco que perdió las llaves, Rojo haciendo surcos en el lateral pero sin llegada porque se superpone con Di María, Mascherano haciendo siempre el papel de tío gladiador hasta que se enoja y le da el gol a Perú, Kranevitter que es de River y se nota, Zabaleta que no termina de subir (posiblemente porque se superpone con Dybala) y el mismo pibe, Débala (porque todavía está en deuda), que aunque tiene cara de pelotudo y es muy pendejo juega bárbaro pero le falta orden. En él confiamos. Hoy por hoy, es de lo mejor. De Romero no voy a hablar. Lo banco a morir. ya demostró lo que debía.
“¿Y del Patón, Franco? ¿No decís nada del Patón?”. Sí, claro que digo del Patón. Digo que para ver jugar a la Selección así, me hago de San Lorenzo, me compro un poncho y espero no dormirme en los partidos. Ver jugar a la Selección mayor como si fuera el San Lorenzo de la Libertadores me da bronca. Sobre todo porque cuando juguemos contra rivales serios de Europa como Alemania o España, seguramente arrugará vergonzosamente como lo hizo su San Lorenzo con el Real Madrid.
Algunos jugadores han demostrado que merecen una oportunidad pero el Patón no se las da, tal vez porque tiene miedo de que se la den a su señora esposa. De otro modo, no se explica por qué razón no convocó todavía a Icardi, pata de lana pero goleador.
Tigre, cuando termines el curso de Ceviche, venite a la Selección.
Queda recorrido, mucho por hacer y mejorar. No sé si el Patón podrá hacerlo. Una lástima. Se nos van los últimos años de Messi con este nabo... Mientras Brasil le hace 5 a Bolivia y Uruguay es efectiva, nuestro equipo insignia muestra que somos un grupo de arrogantes lacrimosos con el mejor potencial pero con un temita psicológico tan grande como la inflación, la falta de laburo y todos los temas que sólo nos interpelan a los que miramos el partido por TV. Y a propósito, un mensaje para Armando Pérez: ¡El “tigre” Gareca es argentino, papá!
