25 Agosto de 2016 08:02

Los desodorantes atenúan la transpiración y sus indeseables aromas, y son el producto de higiene personal que más controversias levanta. No son de lo más amable con la ecología: sus fórmulas con parabenos, formaldehídos y triclosán ya son todo un tema. Pero lo que más preocupa es el aluminio entre sus componentes, en tanto se utiliza para bloquear los poros y así evitar que el sudor asome. Esto genera que la epidermis ponga en pausa algunas de sus funciones.
Y, sí. ¡Pero se puede combatir naturalmente!
Los químicos de nueva generación son las opciones para quienes sufren alergia o, directamente, prefieren lo natural y casero. Los desodorantes "made in casa", si bien no son un roll-on o un spray tradicional, dejan nuestra conciencia ecológica en calma. Chequealos:
#1 Bicarbonato de sodio:
Basta mezclar en un cucharadita con agua, sin llegar a disolverlo, y aplicarlo en las axilas. Si se le agrega un poco de almidón de maíz, sumará una nueva función a la fórmula, previendo el exceso de humedad. En este caso, seis partes de almidón por cada una de bicarbonato, mezclar y untar apenitas. Adiós olor.
Bicarbonato de sodio, ingrediente sumamente útil.
#2 Jugo de limón:
Y sí, ¡sirve para todo, y más! El ácido cítrico de los limones mata las bacterias que causan el mal olor, lo cual es un buen remedio para quienes no transpiran demasiado, pero quieren mantener a raya la cuestión aromática. Eso sí, no es apropiado tras la depilación porque arde, ¡y mucho!
Jugo de limón, ¡multiuso!
#3 Alcohol:
Al igual que en el limón, encontramos otro agente capaz de matar a las bacterias del olor en el mismo alcohol con el que nos curamos las heridas. Claro que se recomienda, más que pasarlo directamente, colocarlo en un vaporizador y rociar sobre la piel. Un buen truco es agregar al vaporizador unas gotas del aceite esencial que más nos guste, para darle a la fórmula nuestro aroma favorito.
¡Arde! Pero santo remedio para el olor.
#4 Aceite de coco:
5 cucharaditas con una pizca de bicarbonato y otra de almidón de maíz, se convierten en una pasta para almacenar en un pequeño recipiente, que podemos guardar e ir usando hasta que se acabe. Eso sí, hay que cerrarlo bien para que no esté en contacto con el aire. Si lo querés más pastoso, podés agregarle agregarle manteca de cacao y aceites esenciales.
El aceite de coco tiene varios usos: éste es uno más.
#5 Salvia de aloe vera:
La magia multiuso de la planta de aloe es similar a la del jugo de limón. Se puede usar por todo el cuerpo, no sólo en las axilas. Algunos también lo mezclan con aceites esenciales para un poco de aroma extra. Como en el caso del cítrico, la planta pinchuda es otro de los súper ingredientes, con mil funciones prácticas.
El pegote del aloe vera sirve, y mucho .