25 Marzo de 2021 18:30
Durante las últimas horas comenzó a viralizarse un escandaloso y violento video que muestra como tres hombres, visiblemente molestos, destrozan una de las ventanas de la Comisaría 2° de Aldo Bonzi, de La Matanza. El hecho ocurrió el miércoles y en las imágenes -tomadas por los propios efectivos de la dependencia que observaron toda la secuencia con impotencia- se puede ver a estas personas insultando y destrozando todo a su paso.
Según adelantaron las fuentes, los tres hombres fueron identificados como Nahuel Manduca de 24, Maximiliano Ezequiel Mussin, de 22 años, y Juan Pablo Bustos, de 20 años. Pertenecen a una banda que, minutos antes de aparecerse en la Comisaría 2° de Aldo Bonzi con intenciones de ingresar y agredir a los efectivos de la Policía Bonaerense, había protagonizado una batalla campal con otro grupo en la vía pública.Detuvieron a los acusados del violento robo a dos chicas en Quilmes: Eran padre e hijo
Como consecuencia de aquella pelea entre bandas, se puede ver en el video el rostro de Manduca herido. “25 años tengo, ¿pendejos de 15 me van a venir a verduguear así?. Te los acribillo, corte pitufo en Villegas. Te los cuelgo de la tanga. ¡Cobani, mirá! ¡me rompieron todo! Te los mato porque este barrio es mío”, grita, ante la atenta mirada de la bonaerense que solo atina a grabar el accionar de los hombres.
Y agrega: "Y rescatalo, porque no los rescatas. Porque son todos barri....te los mato a los guachos, la co... de tu madre. ¡Este barrio es mío!". Según testigos, la pelea por la disputa del territorio estuvo protagonizado por las personas que aparecen en el video y otro un grupo integrado por adultos y menores de edad. "Hubo piñas, patadas, piedras y amenazas con armas blancas", adelantaron.
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Fueron los propios policías de de la Comisaría 2° de Aldo Bonzi los que dispersaron a los violentos sin detenidos, lo que habría provocado la ira de estas tres personas. Manduca, Mussin y Bustos fueron detenidos poco después de los destrozos en la dependencia y quedaron a disposición del Fiscal Fernando Quiroga de la UFI N° 11. Se les inició una causa por daño y resistencia a la autoridad.Comienza el juicio a la banda que intentó copar la comisaría de San Justo
Ocho imputados, entre ellos la mujer y la abogada de un preso, serán juzgados a partir del viernes por el ataque a la comisaría de la localidad bonaerense de San Justo en el que en 2018 quisieron liberar a un detenido, se tirotearon con cuatro policías y dejaron parapléjica a una de las oficiales, informaron este jueves fuentes judiciales.
Si bien este juicio iba a comenzar en abril de 2020, las audiencias se pospusieron cuando el año pasado se paralizaron algunas actividades judiciales por el aislamiento social, preventivo y obligatorio por el coronavirus. El debate se iniciará a las 8.30, estará a cargo del Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 4 de La Matanza y se realizará de manera semipresencial en la sede de la Asociación de Magistrados y Funcionarios de ese departamento judicial.
El tribunal estará integrado por los jueces Franco Fiumara, Pablo Gayol y Nicolás Grappasonno; y la acusación estará en manos de los fiscales el fiscal de juicio Ariel Speranza Rossi y Alejandra Núñez, ambos de la Unidad Funcional de Instrucción y Juicio (UFIJ) 8 del departamento judicial.
Jueces, fiscales, secretarios y los defensores que puedan, asistirán al debate en forma presencial, mientras que, en paralelo, las audiencias serán trasmitidas a través de una plataforma digital para que los imputados puedan seguirlas desde las unidades penales donde están detenidos, al igual que las personas del público que sean habilitadas.
Dos de los principales acusados son Leandro David Aranda (25), el preso al que intentaron rescatar; y su esposa Zahira Ludmila Bustamante (22), ambos señalados como organizadores del golpe. Aranda estaba preso desde 2017 como acusado de haber cometido un crimen narco en una villa de La Matanza.
Por su parte, la por entonces abogada de Aranda, Leticia Analía Tortosa (41), irá a juicio acusada de haber aprovechado una de sus visitas a la comisaría para entregarle a su defendido el teléfono con el que, unos días antes y desde el calabozo, se comunicó con la banda para planificar el hecho.
Los otros cinco acusados son Tomas Sosa (22), Daniel Alberto Rodríguez (33), Sebastián Ariel Rodríguez (42), el mecánico Gonzalo Fabián D'Angelo (25) y Bruno Damián Postigo Marullo (22), quien es primo de Bustamante, negó haber estado en el hecho y solo reconoció que a su nombre estaba uno de los autos usados en el ataque y que luego fue denunciado falsamente como robado.
Los delitos por los que serán juzgados son varios: cuatro "tentativas de homicidio agravado por el concurso premeditado de dos o más personas 'criminis causae', contra un miembro de la seguridad pública y por haber sido cometido mediante el empleo de arma fuego, portación ilegal de arma de guerra y evasión en grado de tentativa".
Además, la causa tenía un noveno detenido, Tomás Villamil (27), quien se suicidó ahorcándose en el penal de San Nicolás luego de que la Justicia le dictó la prisión preventiva en este expediente. El hecho ocurrió a las 5.05 del 30 de abril de 2018 en la comisaría Distrital Noroeste 1ra. San Justo, ubicada en la calle Villegas 2459.
Para los acusadores, hasta allí llegaron en varios vehículos y "con una clara división de roles y funciones", los imputados Bustamante, su primo Postigo Marullo, D'Angelo, los dos Rodríguez, Sosa y el ya fallecido Villamil, quienes desplegaron el plan de rescatar a Aranda de uno de los cuatro calabozos de la seccional, donde esa madrugada había un total de 43 detenidos.
La fiscal describió que para ello contaron con "por lo menos dos armas de fuego" y vestimenta similar a la de las fuerzas de seguridad y que mientras algunos se quedaron afuera resguardando la zona, otros ingresaron a la seccional y dispararon con sus armas de fuego contra el personal policial que se encontraba en la guardia "con el claro propósito de causar la muerte de los mismos".
Los cuatro policías atacados fueron los oficiales subinspectores Diego Méndez, Javier Pérez, Adrián Barreto y la sargento Alejandra Rocío Villareal, quien resultó la única en ser alcanzada por al menos dos disparos que le provocaron lesiones "gravísimas".
Las balas afectaron su pulmón derecho, un riñón, el hígado, el diafragma y le provocaron una lesión medular en la vértebra 12 que la dejó parapléjica en forma "permanente y definitiva". La reacción de los policías, que lograron repeler con sus armas la agresión, hizo que la banda abortara el golpe y huyera del lugar sin poder llegar al sector de los calabozos.