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"La Justicia espera que termine en una bolsa": es víctima de acoso sexual, hizo siete denuncias y no tiene respuestas

Su agresor Fernando Williams Osinaga, está detenido y le envía mails amenazándola de muerte.

por Florencia Tozzi

05 Octubre de 2023 17:01
Williams-acosador
Williams-acosador

La obsesión y la locura se hicieron presentes en la vida de A.S a través de una persona que buscó desde el día uno apoderarse de ella. La acción de ir a la facultad para poder convertirse en profesional de lo que siempre soñó, se convirtió en una tortura por la aparición de Fernando Williams Osinaga, que le cambió la vida para mal.

Ambos estudiaban en la facultad de la Cruz Roja, en Mendoza, para ser enfermeros. De un día para otro, el acosador aprovechó y atacó: se obsesionó. Los mensajes comenzaron a ser día tras día más intensos. “Quiero que seas mía”, “Cuando te veo me dan ganas de hacerte muchas cosas” fueron los primeros acosos que recibió vía Whatsapp el 1° de septiembre. Tras advertirle que no le falte el respeto y que no se dirija más hacia ella, A.S tomó la alternativa de bloquear su contacto.

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Aunque, al día siguiente la situación se repitió pero a través de Instagram. Tuvieron que pasar algunos mensajes desafiantes y la insistencia latente sumergida en acoso cibernético, por lo que la joven de 20 años decidió presentarse en la comisaría más cercana y denunciar lo sucedido. Sin embargo, todo continuó. “Te lo dije y te lo vuelvo a repetir, vas a ser mía. Te lo voy a repetir las veces que sea necesario, te quiero para mí solo”, fueron algunos de los que se dio a conocer.

A raíz de eso, debió presentarse nuevamente en la comisaría y así debieron pasar tres denuncias para que la Policía actúe. En Cruz Roja, con el primer aviso de lo que estaba pasando decidieron suspenderlo y que no vuelva al instituto hasta nuevo aviso, aunque la Seguridad no actuó de manera tan veloz y dejó mucho que desear. Fueron tres denuncias, lo detuvieron, pasaron 24 horas y volvió a estar en libertad.

“Pensé que iba a estar bien”, dijo la víctima. Aunque después de estar detenido durante 24 horas, comenzó la peor: muchos más mensajes de acoso. Amenazas de muerte y hasta mensajes advirtiendo que terminará como “Paula Toledo”, una víctima de femicidio que falleció en el 2003 a causa de que su novio y varios cómplices la violaron y quemaron su cuerpo.

Luego de dos denuncias más, Williams volvió a ser detenido y así se encuentra desde el 21 de septiembre, aunque la paz duró muy pocos días para la oriunda de San Rafael que hizo públicos los mensajes que recibe por parte de su familia a través de cuentas de Gmail que rápidamente eliminan para no dejar rastros. “Sacá la denuncia porque no vamos a parar hasta que lo hagas. ¿Acaso queres ser una nueva víctima de femicidio?” son algunas de las tantas amenazas que recibe.

Hoy en día, la vida de “Anita” cambió. Ya no sale de su casa sin compañía, no camina por las veredas y sus salidas son simplemente hacia la facultad donde va en moto con su madre y vuelve en auto con su padre. Para acercarse a Tribunales, es acompañada por su psicóloga o su hermana y en la facultad se encuentra rodeada de sus compañeras para evitar cualquier tipo de ataque. “Salgo a la calle y pienso que la familia de Williams está en algún lado buscándome”, dijo en diálogo con BigBang.

Hasta el momento, el acosador de 24 años, se encuentra detenido pero es una incógnita saber qué pasará en su futuro. Es que, la audiencia que tenían planificada para el miércoles debió ser suspendida porque todas las capturas que presentó como prueba la víctima, fueron rechazadas tras no ser suficientes. “La justicia está esperando que yo aparezca en una bolsa”, indicó.

-¿Cómo empezó esta situación?

El primer mensaje que yo recibí fue el 1° de septiembre. Me habló por Whatsapp y después de eso, hice la primera denuncia. A los días me volvió a escribir por Instagram, hice otra denuncia y lo detuvieron. Aunque lo detuvieron sólo por 24 horas. Después seguí recibiendo amenazas pero no sé si de él o de su vínculo familiar. Hace una semana o dos más o menos que él está en el penal y no sé si él tiene celular o no, con la última amenaza que recibí.

-¿Siempre fue a través de mensajes o también personalmente?

-Yo la primera vez que me habló me sorprendí un montón porque dije "¿Qué le pasa a este?" porque no teníamos confianza ni nada para que él me escriba y de esa manera. Habíamos hablado por trabajos prácticos pero no más que eso. Nunca hubo confianza.

-¿Al instante que recibiste los primeros mensajes hiciste la denuncia?

-Sí. Del mensaje que me mandó pasaron siete días para yo asimilar lo que estaba pasando y decidí ir a hacer la denuncia. Me costó un montón asimilar todo lo que me estaba pasando e ir hacer la denuncia. Fui con mi mamá y la segunda o tercera, no me acuerdo cuál de las dos, fui con mi psicóloga de la facultad que ella estaba al tanto de todo lo que estaba pasando.

-¿Ella te impulsó a hacer la denuncia?

-No, yo ya lo tenía decidido ya. Y él de la facultad ahora está suspendido pero no expulsado porque parece la todavía no le da una respuesta. La Cruz Roja depende de la DG, entonces tienen que esperar de una parte superior manden el mensaje como que ya está expulsado. Pero ni el rector de la escuela ni nadie recibió un mensaje. O sea, él puede volver a cursar si queda libre. La suspensión abarca solamente mientras esté detenido. Si la Cruz Roja o alguien más deciden que vuelva, vuelve. Por eso es importante que tengan la expulsión, para que él no vuelva nunca. Además, se nota que no estaba psicológicamente bien para ser enfermero.

-¿Cuántas fueron las denuncias que realizaste?

-Son cinco denuncias y tres expedientes. Después de dos denuncias lo detuvieron pero lo liberaron a las 24 horas. A los días hice otra denuncia y lo volvieron a detener en su casa. En ese tiempo que él estuvo libre me mandó mensajes amenazándome y por eso lo volví a denunciar y la Policía lo fue a buscar a la casa. Las causas que tiene llevan el nombre de amenazas, amenazas de coacción y amenazas de muerte. Los tres expedientes son de amenaza, los últimos son de amenaza de muerte. A él, la primera vez que lo detuvieron, fue imputado por acoso sexual y le habían dado una previsión de alejamiento que no la cumplió.

-¿Te dieron una perimetral?

-No, no me dieron absolutamente nada. Ni perimetral ni botón de pánico. Ni tampoco alguna seguridad en mi casa. A mí me mencionaron, y yo lo pedí cuando empezaron las primeras amenazas, es que pase todos los días por mi casa la policía y pasaron una sola vez. A mí me mandaron un audio de la fiscalía preguntándome si quería una patrulla para corroborar que todo esté bien y pasó una sola vez. Me dijeron que iban a pasar todos los días pero no lo cumplieron. Además, cuando pregunté me dijeron que no era necesario la patrulla porque el chico está detenido. El chico está detenido pero la familia libre y el peligro sigue... Yo salgo a la calle y pienso que todo el mundo que cruza por delante de mí es familiar de William. Uno nunca sabe. A mí me lleva mi mamá en moto y a la salida me busca mi padre en el auto para no tener que caminar por la calle.

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-¿Él te escribe mientras está detenido?

-Eso es lo que iba a averiguar la fiscalía de tribunales, a ver si él cuenta con celular adentro de la cárcel. O saber si un compañero o vinculo familiar le había prestado un celular o si desde ahí me mandaron un mensaje.

-¿Hace cuánto está detenido aproximadamente?

-El 21 de septiembre quedó detenido otra vez. La primera semana yo estaba tranquila porque decía "Está detenido, listo". Pero ayer me volvieron a llegar mensajes de amenazas sin nombre, sólo sé que son allegados a él. Y bueno, la audiencia que iba a ser el lunes, se pasó a 10 días más porque las pruebas están costando mucho.

-¿Por qué cuestan mucho?

-Porque los Gmail son eliminados entonces cuesta más. Al eliminar una cuenta es como nada. Es como eliminar una palabra en una hoja. Está costando un montón y pareciera que todo lo que tengo reclutado no sirve.

-¿Qué te dicen desde la Justicia?

-La Justicia me había puesto una abogada que la tuve que cambiar porque no me informaba nada, porque tenía que ir yo a Tribunales, al Ministerio de la Mujer, que si bien no recibí un apoyo muy grande, fue un acompañamiento, pero a Tribunales tengo que ir yo sola porque sino no me informan de nada de lo que está pasando. Así que ahora voy a cambiar de abogado para ver qué pasa. Hay demasiadas pruebas y no sé qué están esperando. La Justicia está esperando que me encuentren en una bolsa, es la verdad.

-¿Y la audiencia?

-No se pudo hacer porque pidieron 10 días más por el tema de que no pueden extraer las pruebas. Íbamos hacer la mediación pero al no tener las pruebas, no se puede hacer la audiencia. Y todo se atrasó más.  Después, que él quede libre o no, depende del juez. Puede quedar en libertad o no. Por eso estoy esperando la primera audiencia, para ver si sigue detenido o no. Eso depende de todo.

-¿Y tu familia?

-En familia están todos re mal. Cuesta asimilar las cosas porque nunca nos había pasado nada.

-¿Con quién fue la primera persona que hablaste de lo que te estaba pasando?

-Con mi psicóloga de la facultad. Con ella fue la primera vez y después con una compañera.

-¿Se notaban actitudes raras?

-En marzo la Cruz Roja comenzó a perseguirlo en las clases para investigarlo porque miraba pornografía mientras estábamos en clase. Una vez casi empuja a una compañera de la escalera, también se iba al baño mirando esos videos y estaba como media hora metido ahí. Y una vez subió al curso con un buzo azul y se le notaba el semen en el buzo. Lo vi yo y lo vieron mis compañeros.

-¿Y desde la facultad qué dicen?

-Como que ellos mandaban todo lo que sucedía en la facultad con este chico a la DG, pero la DG nunca le daban una respuesta sobre lo que pasaba, hasta que pasó lo mío. Yo a la Cruz Roja los re apoyo porque me acompañaron un montón pero esperaron hasta que pase algo... porque si lo hubiesen resuelto antes, quizás todo eso no pasaba. Desde la primera alerta que ellos tuvieron lo hubieran echado, no estaría sucediendo todo esto. Además, también le podría estar pasando a otras chicas.

-¿Tu entorno cómo te acompaña en este proceso?

-Mi novio me acompaña un montón. Él no me deja sola. Me lleva a la facultad, me pregunta si llegué bien allá, a mi casa. Están todos con miedo porque él al ser mi novio corre peligro también de algún ataque. Mis compañeras también me apoyan mucho, todos los días me preguntan si estoy bien, si estoy mal. El cuerpo forense me manda para ver cómo estoy. Mañana va a ser la tercera vez que se acercan. Lo hacen para ver de qué manera la violencia de género me afectó. Y ellos me dijeron que afectó un montón.

-¿Estás tomando algo para poder calmarte?

-Yo estoy medicada desde julio por ataques de pánico y por un montón de cosas de ataques de ansiedad y todo y se me había ido y después cuando empezó todo este tema, volví a caer. Tuve que medicarme el doble y mi vida cambió.

-¿Desde la Justicia no te obligan a tener un abogado en esta instancia?

-Lo que me explicaron desde el Ministerio de la Mujer es que, como soy la víctima no necesito más de un abogado. Pero yo lo quiero tener. Él tiene un abogado particular, yo quiero tener uno también.

-¿Y las amenazas que te llegan son sólo a vos?

-Sí, son todas dirigidas sólo hacia mí. Yo creo que mi correo lo sacaron de la aplicación que tenemos de la facultad, que se llama quintos. Ahí nosotros vemos todo y salen todos los correos de nuestros compañeros. Entonces yo supongo que de ahí lo sacó. De hecho, cuando yo lo bloquee de Whatsapp se hizo un Instagram falso donde puso una foto de él y se creó varias cuentas, después lo pude bloquear de todos lados y comenzaron los mails. Se conectaba todas las veces por el Gmail.

-¿Se vieron personalmente en la facultad mientras él te mandaba mensajes?

-Los primeros mensajes que recibí por Whatsapp fue un día jueves, el viernes fue a cursar y el lunes lo suspendieron. Tuve ese mínimo contacto aquella vez y me senté en otro costado porque no podía estar cerca de él. Me daba mucho miedo. Horas antes me había mandado mensajes acosándome y yo después lo tenía que ver en la facultad.

-¿Se te quiso acercar personalmente?

-Él en el primer semestre se sentaba cerca mío y yo veía que miraba mis estados de Whatsapp y se quedaba mirando la foto por un rato, yo pensaba que era algo normal, pero lo hacía con mucha importancia, los miraba varias veces y se detenía a mirarlo.

-¿En la facultad tenés algún acompañamiento?

-En principio sí pero ahora no tanto. En principio me escribían más pero ahora no tanto.

-¿Cómo es tu día a día ahora?

-No salgo casi nada, voy a la facultad y salgo si es para hacer un trámite sobre esta situación. En el día del estudiante yo no quise hacer nada porque prefiero no estar afuera por las dudas.

-¿Conoces a los allegados de él que te envían mails?

-No, no conozco a nadie y no tengo la mínima idea de cómo son sus caras, por ejemplo. Sé que la familia por parte de la madre es Carrizzo y que su padre falleció porque lo contó una vez en clase. Pero no sé nada. Las amenazas son muy fuertes, me llegaron a decir que iba a terminar como Paula Toledo. A esa chica, el novio la engañó, la llevó a una casa y la violaron, le quemaron todo el cuerpo. Y cuando fue el momento de las pruebas, a la chica le lavaron el cuerpo y la ropa y nunca hubo pruebas. Solo fue condenado el novio que la llevó a la casa, pero al resto no. Eso pasó en el 2003, fue el caso más conocido en Mendoza y el que más nos tocó a las mujeres.

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