Terror frente a una escuela en Río Negro: quién era el hombre asesinado de un disparo en la cabeza mientras los chicos salían de clases

La escena parece salida de una película policial, pero ocurrió en plena luz del día y frente a una escuela pública. Eran las 17:30 del miércoles en la localidad rionegrina de Cinco Saltos. En ese horario, los alumnos de la Escuela 63 salían del edificio acompañados de sus familias cuando una ráfaga de disparos quebró la normalidad. Un hombre cayó desplomado junto a un auto blanco. Tenía un orificio de bala en la cabeza. Murió en el acto. Dentro del colegio, el caos se desató. "Tuvimos que contener a los niños y las familias. Decidimos hacer ingresar a todos. Fue un caos. Niños llorando", relató con la voz entrecortada la directora Patricia Navio en diálogo con LU19.

La escena, relatada por docentes y padres, fue de pánico absoluto. No hubo heridos entre la comunidad educativa, pero la herida simbólica es profunda: el horror se metió por la puerta de la escuela. Las detonaciones fueron, según testigos, al menos cuatro. Luego del tiroteo, el atacante huyó en motocicleta. Horas más tarde, se entregó ante la Policía y quedó detenido. Llevaba con él el arma homicida.

La víctima fue identificada como Diego Fasce, de 37 años, domiciliado en Centenario, Neuquén. Su historial era oscuro: tenía antecedentes penales, denuncias por amenazas calificadas y una causa abierta por un crimen cometido años atrás en Buenos Aires, que había culminado sin detención. Fasce era, según quienes lo conocieron, un hombre violento, que solía andar armado. Y lo que ocurrió en Cinco Saltos sería el último capítulo de una historia que pudo haberse evitado.

El detenido, cuya identidad no trascendió, tenía una conexión personal con Fasce: el fallecido había sido pareja de su sobrina, una joven que, según su abogado, venía siendo hostigada y amenazada desde la separación en marzo. "La siguió hostigando, tenía custodia policial y botón antipánico, y aun así él la amenazaba. También a mi cliente y su familia", explicó el defensor Michel Rischmann. Según reconstruyó el letrado, el atacante estaba en el auto junto a su pareja esperando al hijo de ella cuando Fasce se acercó, armado, y lo amenazó. "En ese forcejeo, le quita el arma y dispara", detalló, insistiendo en que su cliente actuó en defensa propia.

Más allá de la dramática escena en la puerta del colegio, el caso volvió a poner sobre la mesa un fenómeno que crece en la Argentina profunda: el desamparo frente a la violencia. "Si no actuaba, las víctimas iban a ser su sobrina o él mismo", sostuvo el abogado del detenido. La frase es contundente y también inquietante. ¿Qué hace una persona cuando ya agotó todos los caminos legales? ¿Qué ocurre cuando el Estado, a pesar de las denuncias, no protege? El fiscal Leandro López quedó a cargo de la investigación. Este viernes por la mañana se espera que el acusado brinde declaración indagatoria, aunque su confesión ya obra en el expediente. 

Un segundo misterio: otro cuerpo, otro crimen

A la conmoción por el asesinato frente al colegio se sumó otro hallazgo macabro en la provincia. En Viedma, la capital rionegrina, la Policía encontró un cuerpo en avanzado estado de descomposición entre escombros en un predio privado. Fue gracias a un informante que se presentó en la fiscalía y brindó la ubicación exacta. Tras conseguir la orden de allanamiento, los peritos hallaron el cadáver bajo tierra removida. 

Por ahora, los datos son escasos. Solo trascendió que se trata de un joven de 18 años que habría sido asesinado hace tres meses. Las autoridades trabajan para determinar su identidad y si el cuerpo está vinculado a una denuncia por desaparición previa.  El Ministerio Público Fiscal se mantiene en silencio, prometiendo informar los avances sin entorpecer la investigación.