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Círculo vicioso

Retenciones: un alivio fugaz en medio de la fragilidad del plan económico de Luis Caputo

El Gobierno celebró como un triunfo haber alcanzado en apenas tres días la meta de US$7000 millones tras suspender los derechos de exportación.

25 Septiembre de 2025 10:14
Bullrich y Cúneo Libarona miran el abrazo entre Milei y Caputo
Bullrich y Cúneo Libarona miran el abrazo entre Milei y Caputo

La Agencia de Recaudación y Control Aduanero (ARCA) confirmó a última hora del miércoles que se cerró el cupo de los US$7000 millones previstos por el decreto 682/2025. Con ese número, se dio por finalizado el beneficio transitorio que eximía del pago de retenciones a las exportaciones agropecuarias. A partir de ahora, las alícuotas regresan a su nivel habitual: 26% en la soja, 9,5% en el maíz, entre otras. "Se ha alcanzado la registración del cupo de siete mil millones de dólares previsto por el decreto 682/2025, por lo que se ha dado de baja la opción de registración de las Declaraciones Juradas de Venta al Exterior (DJVE) que se encuentren amparadas por el beneficio del citado decreto. A partir de ahora, solo podrán registrarse DJVE bajo el esquema vigente anterior al decreto 682/2025", comunicó el organismo.

El anuncio de ARCA
El anuncio de ARCA

El anuncio llegó tras un aluvión de Declaraciones Juradas de Venta al Exterior que, en tres jornadas, liquidaron más de 11 millones de toneladas, mayormente vinculadas a la soja y sus derivados. Un número récord, pero que responde a la urgencia de aprovechar una ventana fiscal efímera, no a una estrategia sólida de crecimiento. El frenesí exportador coincidió con un mensaje que llegó desde Estados Unidos. El secretario del Tesoro, Scott Bessent, lanzó una frase que sacudió a los operadores: "Estamos trabajando con el Gobierno argentino para poner fin al feriado impositivo de los productores de commodities que liquidan divisas".

En pocas horas, el mercado quedó paralizado. Compradores y vendedores se retiraron, sin saber si la medida tendría continuidad o si la Casa Blanca había impuesto un límite explícito a los beneficios. Recién con el cierre de ARCA, el desconcierto se disipó parcialmente, aunque la lectura es clara: el margen de maniobra del Gobierno argentino está atado a la voluntad de Washington y al salvataje monetario en curso. Lo que se presenta como un éxito fiscal es, en realidad, un parche de corto plazo. El flujo de dólares que ingrese al Banco Central podría darle aire al ministro Luis Caputo para recomponer reservas y calmar a los acreedores externos.

Retenciones cero hasta octubre
Retenciones cero hasta octubre

Todo esto, claro está, de cara a los vencimientos de enero. Pero la acelerada liquidación no implica confianza en el rumbo económico, sino todo lo contrario. Es la evidencia de que el campo corrió a aprovechar una ventana que se sabía breve y condicionada. La incertidumbre que dejó la declaración de Bessent y la rapidez con la que se agotó el cupo son pruebas de un modelo que sigue dependiendo de medidas coyunturales, sin resolver el problema estructural de la falta de dólares. El Gobierno busca capitalizar la noticia como un logro de gestión. Sin embargo, lo que debería ser celebrado como política económica, aparece más como una carrera desesperada contra el reloj y con supervisión extranjera. Los dólares que llegaron en tiempo récord no son un síntoma de confianza, sino el resultado de un incentivo fiscal insostenible.

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