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Secretos del triunfo de "Mariu" Vidal, la niña mimada de Macri que hundió al peronismo

Se enfrentó a Aníbal Fernández y dio el batacazo. La historia detrás de una candidatura por la que pocos apostaban y que ayer le dio al PRO el ingreso al ballottage.

26 Octubre de 2015 12:18
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“Mariu no lo podía creer”. Habían pasado apenas las 21 y las primeras mesas testigo comenzaban a llegar con una tendencia clara: María Eugenia Vidal estaba realizando una gran elección en el sur del conurbano bonaerense. “Parece que vamos ganando”, fue el mensaje que empezó a recorrer los Whatsapp de funcionarios y dirigentes de Cambiemos. No pocos se pellizcaban.

La flamante gobernadora bonaerense no esperaba el resultado contundente de las urnas.

Hasta que no hubo una tendencia definitiva, Vidal no salía de su asombro. El líder del PRO tampoco. Incluso, la gobernadora electa intentó en el escenario del búnker de Costa Salguero, apenas pasadas las 23, que Macri exprese algunas palabras, pero el candidato a presidente no pudo: estaba visiblemente emocionado.

Emocionado, Mauricio Macri no ocultó su felicidad por la victoria de su candidata.

La semana de Cambiemos no había sido la mejor.

Tras el impacto del

NiembroGate

, el equipo de campaña de Vidal se conformaba con ser una punta de lanza para que el líder del PRO se meta de lleno en el ballottage.

Durante la tarde, y luego desde el búnker, Vidal chateaba con su marido, Ramiro Tagliaferro, quien contaba voto a voto en Morón, donde se presentó como candidato a intendente y terminó ganándole a Hernán Sabbatella, hermano de Martín, el candidato a vicegobernador de Aníbal Fernández.

Es que, desde el mediodía prácticamente nadie en Cambiemos creía que podían ganar. Apenas algunos pocos, como el jefe de campaña, Jorge Macri, quien soñaba con los datos que le pasaban los fiscales del conurbano bonaerense. En el Interior se sabía: desde la ruta 6 hacia el Interior, Vidal se encaminaba a una elección histórica, con casos como Mar del Plata, Junín o Bahía Blanca.

En familia. María Eugenia celebró con sus hijos y su marido.

Lomas y Merlo, dos casos testigo del avance de Vidal

Dos casos que prendieron la alarma en Cambiemos. En Lomas de Zamora, en zonas de clase baja como Villa Fiorito o Ingeniero Budge, hasta las mesas de inmigrantes donde Vidal sacó tres votos, de manera literal, en las PASO, ayer sacó cerca de 70.

Fue histórico el corte de boleta a favor de la “mujer del PRO”.

En Merlo, en zonas donde se suponía que Daniel Scioli podía superar holgadamente el 60%, el kirchnerismo arañaba los 50 puntos. ¿El motivo? El corte a favor de Vidal. 

Su vida, trastocada

La campaña de Vidal tuvo varias fases. En los últimos dos meses, pero sobre todo después de los 31 puntos en las PASO de agosto, comenzaron a llegarle datos intimidatorios: que le habían pinchado el teléfono, que la seguían e incluso le llegaron amenazas vía redes sociales que hoy están siendo investigadas por la división Delitos Informáticos de la Policía Metropolitana.

“Muchos pensaban que una mujer jamás iba a gobernar la provincia”, se jactó.

“Lo que nos torturaron, nos decían que a Mariu y a su familia la estaban mirando para ver qué podían decir”, cuenta una de las asesores de máxima confianza de la ahora gobernadora electa.

Por ello cambió parte de sus hábitos: dejó de hablar, incluso los fines de semana, con sus amigos por su teléfono de línea de su casa en Morón cuando era consultada por temas políticos, se instaló la aplicación Telegram, que permite borrar en el acto las conversaciones, y empezó a cuidarse más.

Campaña sólida: sólo en 2014, María Eugenia recorrió 105 municipios.

A todo esto, todos los días llegaban comentarios vinculados a que el kirchnerismo estaba investigándola a ella y a su marido para promover alguna denuncia.

La candidata pensada

A fines de 2013, tras el “no” de Gabriela Michetti a mudarse a Provincia, el armador político del PRO, Emilio Monzó, convenció a Macri que la opción a la senadora era Vidal. Argumentó que era necesario una mujer, con gestión, de su confianza y que con un 25% como techo podía permitir que no frene el crecimiento de Macri en la Provincia. Incluso, se deslizó que podría ir a una interna con Gustavo Posse, el intendente reelecto de San Isidro, que soñaba con ser candidato a gobernador.

En un año, la gobernadora visitó nueve veces La Matanza.

Vidal hizo la tarea: aceptó el ofrecimiento de su jefe político y comenzó a recorrer la Provincia. En 2014 hizo 105 municipios, entre los cuales estuvo nueve veces en La Matanza. Pero cuando llegó la hora de los acuerdos, le dejó en claro al líder del PRO que estaba dispuesta a bajarse si se acordaba con Sergio Massa como candidato a gobernador. “Mauricio sabe que ni me lo tiene que pedir”, repetía entre los suyos. Hoy, una frase a destiempo. 

La flamante gobernadora bonaerense dialogó con el ciclo Ciudad Goti K.Fuente: Radio La Red.

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