24 Mayo de 2016 12:26

Quién sabe si impulsada por el poco espacio que le queda ya en el resto de su cuerpo, Candelaria Tinelli se animó a tatuarse en su patilla izquierda. La artista plástica publicó una foto del momento del plasmado en su cuenta de Instagram, y ante la cantidad de mensajes que recibió criticando su nuevo tattoo, subió un video a su cuenta de Snapchat en el que no esquivó el bulto: “Chicos, les quería decir que todas sus opiniones acerca de los tatuajes y mi vida, me las paso por el quinto forro de las pelotas. Que tengan buenas noches. ¿Clarito?", expresó cansada de los comentarios agresivos.
Pues bien, Cande, acá te felicitamos por dejarte llevar por tu voluntad. Si andás pensando en darle para adelante en esto de pintar tu cara para siempre, ¡mirá!
Te pintaron pajaritos en el aire:
A esta señorita no le queda nada mal la carita intervenida, ¡al contrario! El toque femenino y naif de las aves no asusta ni genera rechazo. Una osadía en una medida justa.
¡Espectacular! ¿Te lo harías?
Te fuiste a la...:
En el ejemplo anterior destacamos la sutileza del tatuaje facial. En este caso, resaltamos todo lo contrario. Lesya es una joven rusa que se tatuó el nombre de su novio en el rostro a solo 24 horas de conocerse, y luego se casó con él. ¡Menos mal! La pareja pasó un tiempo conociéndose por Internet, antes de verse en persona. Amigos de Lesya alabaron la obra de arte y lo hermosa que se ve, aunque, dicen, antes del tatuaje lucía mucho mejor.
Lesya, y un acto para nada reconendable.
El matrimonio ruso de caras tatuadas.
Ojos bien abiertos:
No podemos negarle el crédito por la originalidad a la siguiente señorita. La muchacha se tatuó los párpados a lo comic japonés, produciendo un efecto de ojos que jamás se cierran. Las cejas acompañan la misión. De la estética, mejor ni hablemos.
Joven con párpados tatuados. ¿Se arrepentirá algún día?
Floricienta:
¡La femineidad a flor de piel! Un poco exagerada la protagonista del siguiente ejemplo de tatuajes en la cara. Si la rosa fuera más pequeña, o no tuviese ese sombreado que a simple vista se asemeja a moretones, sin sudas, quedaría mucho mejor. Bien por Cande, entonces, que se hizo unas hojitas muy delicadas.
Un "a todo o nada".
La mantilla de la dama antigua:
¡Aplausos, de pie! Hagamos el esfuerzo y eliminemos el fucsia del cabello y los otros tatuajes del campo visual. La idea es excelente, femenina, delicada, original. El tattoo en blanco es mucho menos invasivo que cualquier otro color. ¡Anotado!
Un tatuaje en tinta blanca, estilo puntilla.
Originaria:
El siguiente es un ejemplo de los más ancestrales tatuajes faciales. Imita a las mujeres de los pueblos originarios del mundo, y a esos tribales que utilizan ciertos integrantes de alguanas tribus, hechos con pigmentación natural preparada a base de elementos de la naturaleza. Un auténtico homenaje a nuestros ancestros.
Tribales faciales.
Geométrica, por decir algo:
El arte abstracto tiene eso que lo hace injuzgable. No tiene porqué tener un parámetro, ni un principio ni un fin. Y esta chica parece haber entendido muy bien esa regla, al encerrar su ojo izquierdo dentro de un círculo del que emergen unas líneas rectas hacia su cuello y su frente. En fin...
Te querés matar:
En 2009 Kimberley Vlaminck tenía 18 años. Fue a un espacio de tatuajes en su Bélgica natal y, según ella, le pidió tres estrellas a un tatuador que no hablaba muy bien el idioma. ¿Con cuántas estrellas salió del estudio? ¡56! La muchacha demandó al artista, aduciendo que se había quedado dormida y que al despertar vio el desastre. ¿Dormida con aguijas pinchándot¡le la cara? Suena raro, ¿no? El tatuador dijo que el resultado del trabajo es exactamente lo que ella pidió, pero que los problemas de la niña empezaron cuando volvió a casa y la vieron su padre y su novio. Un horror.
Nunca te quedes "dormida" mientras te están tatuando...