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Nicolás Amelio-Ortiz en BBN: de arrancar como youtuber a dirigir la exitosa serie "Hay algo en el bosque"

El director, productor y guionista cumplió su sueño de dirigir una superproducción para una plataforma internacional.

por Guadalupe Santomé Osuna

25 Febrero de 2024 12:05
Nicolás en el rodaje de la serie. Fuente: (Zepfilms)
Nicolás en el rodaje de la serie. Fuente: (Zepfilms)

De youtuber cuyo sueño era dirigir una película y enseñar cine a colarse en el Festival de Cannes, pasear por Hollywood y finalmente escribir, producir y dirigir una serie para Star+. Nicolás Amelio-Ortiz es famoso por ser el creador de ZEPFILMS, el legendario canal de Youtube dedicado al cine que fue impulsor para muchos chicos a estudiar producción y de muchos otros youtubers que lo admiraban por su trabajo. 

Él nunca dejó de dedicarse al cine y a armar ficciones: dirigió cortos y películas y hasta escribió un libro titulado "Cien películas que me abrieron la cabeza". Explorando cada género, llegó a un proyecto internacional y creó "Hay algo en el bosque", una historia que presenta a varios personajes unidos por una misteriosa piedra de origen extraterrestre. 

Nicolás en la grabación.
Nicolás en la grabación.

Nicolás habló con BigBang sobre el desafió de haber migrado a España a grabar, el desarrollo del guión, su paso de youtuber a director de esta serie e incluso sobre la actualidad política de la cultura argentina: "La cultura ha sobrevivido en las situaciones más devastadoras, como durante el nazismo o la Unión Soviética. También puede sobrevivir a un desfinanciamiento total, aunque sería más difícil".

-Hagamos primero un pequeño repaso por tu carrera, ¿cómo empezó tu interés por la producción y dirección de Cine? 

-En mi caso no fue esa típica historia de crecer viendo cine desde chico, ¿sabés? No tuve esa experiencia de ir al cine con mis viejos, ver Jurassic Park y querer estudiar cine. Para nada. Desde pibe me re gustaba el diseño y el dibujo, siempre quise meterme en ese mundo. Pero un día, un profesor me mostró Vértigo, la película de Alfred Hitchcock, y me cambió la perspectiva. Hasta ese momento, sólo veía películas como las de Harry Potter, ¿entendés? Cuando vi Vértigo, me quedé re enganchado. Fue como cuando te encontrás con una obra de arte en un museo y decís: 'Esto es arte de verdad'. Bueno, con Vértigo me pasó eso. Ahí empecé a entender por qué le llaman cine a esto. A partir de ahí, más o menos a los 16 años, arrancó mi viaje cinéfilo, un poco más tarde que el de muchos, pero llegó. Después de ver un montón de películas, me di cuenta de que quería dirigir y producir. Así que en 2009, arranqué en la facultad.

-¿Crees que ZEPFILMS fue una herramienta para poder mostrar tu trabajo? 

-Definitivamente, con ZEPFILMS, abrí mi primera puerta hacia una audiencia. Los seguidores del canal fueron los primeros en ver mis primeros cortometrajes y en darme feedback. Obviamente, ayuda mucho construir tu propia audiencia. Después, también ayuda a promocionar esta serie. En este caso, no obstante, a nivel de dirección son dos universos distintos: el mundo de hacer videos y contenidos para internet, y el mundo de hacer series y películas. Ninguno se conoce entre sí. Es decir, si sos un actor y de repente te querés dedicar a ser influencer, es como arrancar de cero. Tenés que empezar desde cero porque estás en un mundo nuevo. Y si sos influencer y querés dar el salto a ser actor, también es un salto completamente distinto. Tenés que hacer todo un esfuerzo nuevo porque las dos industrias no se conocen mucho, tanto por más que trabajen un poco, sobre todo a la hora de promocionar. No se conocen tanto entre sí. Entonces, es muy difícil dar el salto de un lugar a otro, ¿viste? Pero, fuera de eso, Serpiens me ayudó muchísimo a entender un poco a la audiencia y tratar de buscar un poco qué es lo que atrae al público dentro de lo que sería mi visión artística. 

-¿Cómo se te dio esta posibilidad de hacer "Hay algo en el Bosque"?

-Cuando hicimos Cine en la Vida Real en el año 2019, la serie se estrenó en Flow en el año 2020 y 2021, y nos fue muy bien. Le fue muy bien a la serie. Fue un producto que hicimos con muy bajo presupuesto y que fue muy popular. Por lo tanto, atrajo a muchos productores en la búsqueda de nuevas ideas y nuevas producciones, y de la posibilidad de expandirme en lo que es la producción cinematográfica. Me encontré haciendo un proyecto para España que no le fue tan bien, pero que me hizo conocer a Gastón Haag, que es el cocreador de la serie. Con Gastón, empezamos a desarrollar esta idea de unas cabañas en el medio del bosque con cosas sobrenaturales que ocurrían. Salimos a venderla y uno de los primeros interesados en la idea fue Pablo Bossi con Gloriamundi Producciones. Después de un largo tiempo de idas y vueltas, y de ideas, le dieron luz verde al desarrollo en Gloriamundi más o menos en 2021 y 2022.

La serie está protagonizada por Luli Laprida
La serie es protagonizada por Luli Laprida

-¿Cómo fue el proceso de escritura del guión? ¿Ya tenías a algún actor o actriz en mente para algún personaje puntual?

-Para el guión, trabajamos en conjunto con Gastón y Javier Ruescas, un excelente guionista y escritor español. Empezamos a desarrollar un poco los personajes y a pensar en los actores cuando los guiones estaban casi terminados, ya en preproducción. Te diría que uno de los primeros que entró por casting fue Alfonso Agra, quien interpreta a Koldo; fue uno con el que estuvimos de acuerdo inmediatamente. Después fueron surgiendo más opciones. También trabajamos con la directora de casting Debora Borque, quien fue excelente y nos brindó muchas opciones entre las que elegir. Marion Richardson (productora) se encargó de la negociación con los actores y logró conseguir actores excelentes para la serie, como Zorion Eguileor, Iván Massagué, Denis Gómez, Laura Laprida y Juan Grandinetti. En ese sentido, fue una experiencia espectacular que superó todas nuestras expectativas. A medida que se iban confirmando algunos actores, reescribí un poco los guiones para adaptarlos al estilo que ellos me transmitían. Por ejemplo, en el caso de Luli Laprida y Juan Grandinetti, cuando nos juntamos para los ensayos, vi ciertos modismos y aspectos que me parecieron atractivos y comencé a aplicarlos a los personajes.

-La serie tiene componentes de terror, ciencia ficción, pero es una comedia, ¿Qué crees que es lo que más destaca?

-A ver, en principio, es una comedia. Podríamos decir que es una parodia de las películas de terror, como se ha hecho en muchas épocas, desde "El joven Frankenstein" en la década del 60, hasta "Scary Movie" o "What We Do in the Shadows" en los últimos años. En esta comedia, el humor está por encima de todo, pero obviamente, como fans del terror, nos interesa mucho capturar también la estética y la fantasía que traen consigo estas películas. El hecho de que la noche tenga una mística especial, que se perciba un tono de color azul y que haya distintos juegos con la paleta de colores, son aspectos que quizás una propuesta más realista no permitiría.

-¿Cómo fueron esos días de rodaje? 

-El rodaje, como todos los rodajes, fue algo súper intenso, algo que se asemeja mucho a practicar un deporte extremo. La adrenalina que genera un rodaje es espectacular, algo que personalmente disfruto mucho. Me desenvuelvo bien en situaciones de estrés durante el rodaje, pero sin lugar a dudas, es donde se pone todo a prueba, donde uno tiene que darlo todo, ya que el margen para errores es mínimo. Por lo tanto, siempre se recuerdan los rodajes con mucho estrés y adrenalina, pero también con cariño. Trabajamos con un equipo técnico espectacular, y todos en España dicen que este proyecto nos unió mucho, nos hizo sentir como una familia. Personalmente, me llevé muchos amigos de ese rodaje. Fue una experiencia muy divertida, muy estresante, pero también muy enriquecedora emocionalmente. Me llevé muy bien con toda la gente involucrada.

-¿Cómo fue el recibimiento del público luego de su primera semana de estreno?

-Durante la primera semana de estreno, la serie fue muy popular en Star+. La verdad es que me sorprendió mucho, porque seamos sinceros, es una serie más de nicho y no es para todo el público. En ese sentido, fue una muy buena sorpresa. Mucha gente que me sigue en redes sociales me envió sus buenos comentarios y críticas. Yo imaginaba que a ciertas personas a las que les gusta el cine de terror y las comedias bizarras les iba a gustar, porque era exactamente lo que estaban buscando. Pero tampoco me imaginé que a personas más acostumbradas a las series clásicas les iba a gustar. Además, cuando uno ve los capítulos tantas veces, puede perder un poco la perspectiva sobre qué es gracioso y qué no, ya no te hace reír absolutamente nada. Ver cómo la gente se ríe por primera vez de un episodio me llena de alegría y me lleva un poco a recordar qué me motivó a hacer esta serie. La risa, la ingenuidad, siento que eso es algo súper importante y que, por suerte, se pudo traducir en buena parte de la audiencia.

-¿Qué sentís de ver la obra terminada después de tanto tiempo de trabajo y de haberla escondido por un tiempo? 

-Es lo mejor que te puede pasar, poder estrenarla y que la gente pueda verla, especialmente en trabajos que llevan tanto tiempo. Esta serie estuvo en proceso durante 3 años, así que poder mostrarla al público y de alguna manera regalársela es lo mejor que te puede suceder. Ahí es cuando cobra vida propia y la gente comienza a emocionarse con ciertas cosas que tal vez no te emocionabas o no entendías completamente. La gente empieza a encontrar significados donde no los encontrabas, o si los encontrabas, los interpretan de otra manera. Es un momento en el que la serie realmente cobra vida y donde la obra realmente "es", por así decirlo.

Amelio-Ortiz en la presentación de la serie.
Amelio-Ortiz en la presentación de la serie.

-¿Qué le dirías a ese chico que hace un par de años se coló en Cannes y disfruta de los festivales de cine?

-Cuando me colé tampoco era muy chico; fue en el año 2021, creo, así que ya estábamos desarrollando la serie en ese momento. Sin embargo, sigo disfrutando muchísimo hacer videos para internet, y siento que esa parte nunca la voy a dejar de lado, por más que surjan otros proyectos y oportunidades. La serie, obviamente, en este momento es lo más grande que he hecho en mi carrera, lo más importante, y es algo que me llena de orgullo. Estoy seguro de que el Nico de hace unos años la disfrutaría muchísimo. Cuando empecé la facultad, nunca me hubiera imaginado que terminaría haciendo algo así. Mis expectativas en aquel entonces eran mucho más humildes. Estar haciendo esto ahora es un regalo del que estoy totalmente agradecido, y todo lo que siga después es un delirio que ni siquiera termino de entender.

 -¿Qué se viene para vos en el próximo año?

-Ahora mismo estoy desarrollando otros guiones. Vamos a ver si la serie renueva para más temporadas y arrancamos con una segunda temporada. También estoy trabajando en una novela que empecé a escribir en 2023, mientras estábamos en posproducción de la serie. Actualmente está en un punto de espera durante la promoción, pero mi idea es retomarla ahora en 2024 y, en el mejor de los casos, terminar el primer borrador. Después de eso, tengo varios proyectos más que ya venía desarrollando, y ahora, después de esta serie, quizás tengan más posibilidad de ver la luz, lo cual me alegra mucho. 

-¿Tenés alguna opinión sobre la situación de la cultura argentina en este último tiempo?

 -Yo creo que eliminar absolutamente todos los recursos destinados a la cultura, siendo que no representan una parte tan grande del presupuesto y que la recompensa que viene cuando se invierte bien es tan alta, no es la mejor decisión. Argentina, culturalmente, está en una posición muy privilegiada frente al resto de Latinoamérica. Tenemos una fuerte presencia en el mundo y algunos directores que no solo trascienden la pantalla argentina, sino que también se destacan a nivel mundial. No me parece sensato romper algo que funciona bien solo por algunos errores o situaciones que no salieron como se esperaba. Sin embargo, al final, es una decisión que corresponde al país, una decisión sobre hacia dónde queremos dirigirnos. Es similar a cuestionar las retenciones o los impuestos; son decisiones que se toman para darle un rumbo al país. Personalmente, no estoy de acuerdo con esta medida, pero no soy el presidente, por lo que mi poder de decisión es limitado. Dicho esto, la cultura no muere. La cultura ha sobrevivido en las situaciones más devastadoras, como durante el nazismo o la Unión Soviética. También puede sobrevivir a un desfinanciamiento total, aunque sería más difícil.

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