04 Julio de 2025 10:53

El boom del stream llegó rompiendo ciertos patrones de los medios convencionales y con ciertos aires de libertad que a veces sobrepasan la moral y el respeto. Eso fue lo que pasó en Nadie Dice Nada, el programa de Nico Occhiato en Luzu TV, donde Ángela Torres fue como conductora invitada y terminó diciendo más de la cuenta. Cómoda con el equipo, la cantante se soltó tanto que terminó contando al aire que de chica robaba cosas: "Cuando salía del colegio, era volverse loca de meterse cositas en el bolsillo", dijo, entre risas. Hasta ahí, una anécdota adolescente que podría haber quedado en el olvido. Pero no.
La cosa es que, según contó, ese impulso todavía le aparece de vez en cuando: "Y ahora que me fui a Japón, robé unas cositas también en Japón", tiró como quien no quiere la cosa. En el estudio se hizo un mini silencio incómodo. "Nooo", se escuchó decir a Occhiato, mientras ella preguntaba con una mezcla de risa e ingenuidad: "¿Es muy grave?". Nico fue claro: "Y... sí".
Lejos de arrepentirse, Ángela redobló la apuesta: "Pero estoy en Japón". Y siguió justificando el hecho con una frase que dejó a todos con los ojos abiertos: "En Japón son todos tan correctos que nadie se imagina que alguien puede robar. Entonces vos decís: soy argentina, tengo que rendir honor", la última frase no sólo dejó mal parada a la artista sino que generó debate a la imagen que se tiene del argentino.
El clip no tardó en viralizarse en redes sociales, y Javier Milei como de costumbre decidió dar cátedra de moral con un tono elevado de violencia: "El virus kuka no falla. Fin", escribió en su cuenta de X (ex Twitter); una reacción previsible si se tiene en cuenta su historial de ataques a mujeres artistas que, casualmente, tienen alguna cercanía o empatía con espacios políticos distintos al suyo. Lali Espósito, María Becerra y ahora Ángela Torres. Las tres cantantes, las tres jóvenes, las tres con discursos propios... y las tres apuntadas públicamente por el presidente. Más allá de lo polémico que resultó lo que dijo Ángela (y sí, robar está mal, lo diga quien lo diga), el mensaje de Milei vuelve a mostrar ese patrón: el ensañamiento con mujeres artistas que piensan distinto. Un dato que ya no pasa desapercibido.