En un mundo donde las sessions parecen competir por quién ofrece el espectáculo más grandioso, más pulido, más perfecto, surge una propuesta que desafía esa lógica e invita a mirar hacia adentro, a sentir desde el epicentro de la música. Mikki Lusardi, referente indiscutida del rock argentino, presenta Soundtrash, un proyecto que redefine el concepto de las sesiones musicales y lo transforma en una experiencia sensorial, cruda y profundamente humana.
Desde el cubo blanco de BLENDER, un espacio minimalista y envolvente, Soundtrash se abre como una cápsula que engloba la esencia misma de la música. Aquí no hay artificios ni máscaras. Cada gesto, cada mirada entre los músicos, cada nota que vibra en el aire se siente como si fuera parte de quien la saborea. Es intimidad pura.

"Hay algo muy especial en que sea real", dice Mikki en una entrevista con BigBang en la que desborda pasión por este proyecto. "Todo el intento tiene que ver con generar una cercanía. Incluso esa limpieza visual del cubo, completamente blanco -que fue una idea de Anto Marini que es la la coordinadora general del proyecto- es parte de la propuesta súper minimalista".
El proyecto debutó con La Bersuit, seguido por Eruca Sativa, también estuvo Acru (que primera vez se presentó acompañado de una banda) y la última fue con La Delio Valdez. "Imaginate lo que fue el desafío", cuenta Mikki. "Cuando me dijeron que íbamos a grabar en este cubo de acrílico blanco, para mí, que soy casi ingeniera de sonido -me faltan un par de materias- fue como la pesadilla para un sonidista porque te rebota el sonido por todos lados. Y vos tenés que meter ahí a distintas bandas. Pero logramos algo fantástico".
La magia detrás de Soundtrash no solo está en el espacio físico y la curaduría musical impecable; está también en los anteojos inteligentes que permiten a los espectadores ver lo que los músicos ven. "A mí eso me parece super interesante", explica Mikki. "Poder ver cómo se miran entre ellos, cómo se conectan. Son cosas que por ahí te perdés cuando ves a estas bandas en festivales o estadios enormes". Es un nivel de intimidad que conmueve, que recuerda que detrás de cada acorde hay humanos vibrando y sintiendo juntos.
El trabajo técnico detrás de estas sesiones es titánico. Mikki destaca la labor conjunta entre los equipos de sonido de las bandas y el equipo audiovisual de BLENDER: "Armamos el mejor equipo del mundo y trabajamos muy en conjunto con los equipos de las bandas. Hay algo también de la buena predisposición de los artistas para aceptar ciertas cosas técnicas". Desde micrófonos super direccionales hasta mezclas elaboradas por Fede Mendieri, cada detalle está pensado para que el sonido sea absolutamente vivo. "Nosotros grabamos por ahí 28 o 34 canales para mezclar", comenta Mikki.

Lo más fascinante de Soundtrash es su capacidad para adaptarse y abrirse a distintos géneros musicales. Mikki lo describe como un espacio ecléctico donde pueden convivir el rock, el rap, la cumbia, el reggae y más. "Todavía nos queda muchísimo por explorar", confiesa. "Hay un montón de ideas dando vueltas, mucho más locas también. Pero lo importante es mostrar que este espacio puede ser protagonizado por cualquier artista".
En su entrevista, Mikki reflexiona sobre lo que este proyecto significa para ella: "Soundtrash tiene algo que para mí es un poco volver a las bases. Es estar no solo delante de cámara, sino en la parte de producción de sonido, que es de las cosas que más me gusta hacer". Para alguien con décadas de trayectoria en la música y la televisión, este proyecto parece haber despertado una pasión renovada. "Me parece tan lindo el producto que esta vez la conducción casi pasa a un segundo plano", admite. "Es algo único, algo real".
En tiempos donde todo parece estar diseñado para impresionar desde lo perfecto y lo plástico, Soundtrash recuerda la belleza de lo imperfecto, de lo humano. Es una invitación a mirar más allá y conectar con lo esencial: la música en su estado más puro y las personas detrás de ella. Mikki reflexiona: "Ojalá siga creciendo porque tiene un poco que ver con construir algo sincero, con un espíritu colectivo. Si no, nos las guardaríamos y las veríamos nosotros en nuestras casas".
Con cada nueva sesión, Soundtrash regala música pero también una forma distinta de vivirla, de sentirla. Y en ese cubo blanco donde todo parece desnudo y vulnerable, la serendipia está en que quizás la verdadera magia está en lo crudo, en lo íntimo, en lo real.
Soundtrash es un un trabajo colectivo: aquí, el equipo de laburo completo
- Ale Dadamo en grabación;
- Fede Mendiry en mezcla y post pro de audio;
- Pablo González en producción músical y de invitados;
- Egu, director de audiovisual
- Javi y Tonga, en edición
- La Coló Gattario en producción
- Anto Marini, producción general
- Liska, dirección creativa de Blender