por Agustin Gulman
16 Julio de 2015 11:20
De todas las casa del coqueto partido de San Isidro, la “mansión verde” no es de las que más resalta: pasó inadvertida hasta por los vecinos, que más allá de olor a marihuana, como contaron esta mañana, nunca imaginaron que esa casona con aspecto antiguo sería escenario de un episodio tan llamativo como terrible: una pareja intentó comprar un bebé y -a raíz de la denuncia-, en un allanamiento descubrieron 50 kilos de marihuana y máquinas especiales para la producción de la droga.
“Se los investiga por tráfico de bebés, aunque hasta ahora se conoce un solo caso sospechamos que la pareja iba a implementar una metodología: vender bebés de jóvenes mujeres del Interior”, dijo una fuente policial.
Todo comenzó por una denuncia de una clínica. La pareja que alquilaba la vivienda ubicada en el selecto barrio de La Horqueta, en San Isidro, intentó “comprar” un bebé a una joven de 17 años. “Querían que la chica, que trajeron de Formosa, tuviera su hijo para poder comprárselo. Luego la iban a mandar de regreso a su provincia con pasajes que ya le habían conseguido”, detalló el comisario Sergio Rodríguez, de la Brigada de Investigaciones de la Policía Bonaerense.
La pareja vivía en La horqueta hace más de un año, según relatos de vecinos
“El parto se hizo en la clínica Trinidad, que efectuó la denuncia al observar maniobras extrañas. El matrimonio aparentemente no podía tener hijos, por eso trajeron a la menor, que continúa hospitalizada en buenas condiciones”, agregó el comisario.
MANSIÓN VERDE
Hasta allí, una maniobra ilegal. Sin embargo, luego se conoció la segunda parte de la historia. En el allanamiento que había dispuesto la Justicia debido a la denuncia de la clínica, la policía encontró 50 kilos de la droga ya procesada y 50 plantas de marihuana en el operativo denominado “mansión verde”. Según describió el comisario Rodríguez, “el domicilio estaba muy bien equipado, hacían un trabajo muy profesional con máquinas de última generación”.
La “mansión verde” está ubicada en San Isidro, aunque los vecinos no sabían qué ocurría adentro.
Los vecinos contaron que no observaron nada extraño. Florencia, quien vivía al lado de la mansión verde, describió que no observaba ningún movimiento extraño, “excepto olor a marihuana”. El dato llamativo que agregó la vecina es que sentían “mucho afecto” con su hija. “Tenían un perfil muy bajo. El fin de semana había muchos vehículos, pero nunca sospeché nada”, sostuvo. Y remarcó: “Eran supercordiales y superatentos”.
La pareja vivía en la “mansión verde” hace un año, pero la vivienda es alquilada. Ahora, investigan si los dueños de la vivienda también formaban parte de “una organización internacional”, según el comisario Rodríguez.
