06 Junio de 2016 19:34

El 30% de los argentinos que tienen VIH no lo saben. Así lo informó el ministerio de Salud, que agregó que sólo el 66% de las personas elegibles para estar en tratamiento antirretroviral lo reciben.
El Gobierno difundió algunas cifras preocupantes.
Hay que preguntarse "quién es el ciudadano argentino que, en un contexto favorable que hay en el país, todavía llega tarde al diagnóstico y muere de sida, algo que no debería suceder", reconoció el director de Onusida para el Cono Sur, Alberto Stella.
Stella llamó la atención sobre los determinantes en Argentina.
Sin embargo, en la reunión "Alto nivel para poner fin al sida", que organizará la ONU el miércoles en Nueva York, se hará hincapié en las buenas prácticas que se desarrollan en el país.
Será una oportunidad para los intercambios entre jefes de Estado y representantes de gobiernos de los 193 naciones que integran la ONU.
Stella planteó que "Argentina tiene una excelente capacidad de respuesta porque tiene una buena infraestructura de salud pública, leyes emblemáticas de universalización de los Derechos Humanos y es pionera tanto en el acceso universal al tratamiento como en impulsar el paradigma de inicio inmediato de la terapia antirretroviral".
Pero algunas cifras son desalentadoras: 126 mil personas con VIH, 6.500 infecciones nuevas y 1.600 muertes por año. El especialista planteó la necesidad de orientar las políticas públicas hacia una serie de determinantes que actúan como "barrera para acceder al diagnóstico, engancharse al tratamiento y tener el seguimiento necesario".
La cumbre insistirá en la "iniciativa 90/90/90", que busca que en 2020 el 90% de las personas que viven con VIH conozcan el diagnóstico, el 90% de los diagnosticados accedan al tratamiento antirretroviral y el 90% de quienes están bajo tratamiento reduzcan su carga viral a niveles indetectables.
El objetivo es erradicar el virus en las próximas décadas.
Para el 2030 se espera el final de la epidemia. "Significa que el VIH va a seguir existiendo porque, a la luz de lo que indica hoy la ciencia, no tenemos posibilidades de erradicarlo -reconoció Stella-. Pero, mientras tanto, podemos reducir las nuevas infecciones a un número perfectamente controlable".