Big Bang! News
Más
Horror y muerte

"Río de Janeiro está solo en esta guerra": la "megaoperación" policial ya dejó más de 130 víctimas en las favelas

El gobernador Claudio Castro calificó el operativo como "un éxito" y aseguró que "las únicas víctimas fueron policías",

29 Octubre de 2025 14:28
El operativo dejó un saldo devastador
El operativo dejó un saldo devastador

El olor a pólvora todavía flotaba en el aire cuando los primeros vecinos comenzaron a bajar los cuerpos. Eran las tres de la madrugada en la favela Penha, zona norte de Río de Janeiro, y el silencio solo se quebraba por las lágrimas de los presentes. Hombres y mujeres arrastraban los cadáveres envueltos en bolsas, los cargaban en camionetas y los depositaban, uno tras otro, en la plaza São Lucas. Cincuenta, sesenta, más de setenta cuerpos alineados bajo el alumbrado público. 

Algunos en ropa interior. Otros con la ropa rota y ensangrentada. "¿Dónde está mi hijo?", gritaba una mujer, mientras otra, con la voz quebrada, susurraba sobre el rostro inmóvil de su hijo: "¿Cómo pudo destruir tantas familias, tantas vidas, y salirse con la suya?". Era el amanecer después del operativo policial más letal en la historia de Río. 136 muertos, 287 detenidos, 54 desaparecidos y un Estado que, una vez más, parece haberse vuelto contra su propia gente. 

El operativo dejó un saldo devastador: 64 muertos, 81 detenidos, 42 fusiles incautados y más de 200.000 personas afectadas
El operativo dejó un saldo devastador

La llamada "megaoperación" lanzada el martes por el gobernador Claudio Castro, con el objetivo de frenar la expansión del Comando Vermelho, dejó un saldo de horror que recorrió el mundo. Pero lejos de reconocer el desborde, el mandatario celebró el operativo como "un éxito" y afirmó sin titubear que "las únicas víctimas fueron policías". Castro -aliado político de Jair Bolsonaro- se reunió el miércoles con su cúpula de seguridad y gobernadores de derecha para evaluar la ofensiva. 

Desde allí, volvió a desafiar al gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva, al que responsabilizó por "abandonar" a Río. "La operación de hoy tiene muy poco que ver con la seguridad pública. Es una operación de defensa del Estado. Es una guerra que trasciende los límites de lo que el Estado debería librar solo. Para una guerra como esta deberíamos contar con mayor apoyo, incluso de las Fuerzas Armadas", dijo, y añadió: "Río está solo en esta guerra".

Sus palabras resonaron con fuerza en Brasilia. Desde el gobierno federal, el ministro de Justicia y Seguridad Pública, Ricardo Lewandowski, consideró "inaceptable" la magnitud de la represión y replicó con dureza: "Si el gobernador de Río siente que no tiene condiciones, tiene que tirar la toalla y pedir la activación de la Garantía de Ley y Orden o una intervención federal. Si no logra enfrentar el delito, será tragado por el crimen organizado".

Lewandowski confirmó que Lula da Silva quedó "horrorizado" por el número de muertos. "El presidente quedó horrorizado con el número de víctimas fatales", expresó el ministro, que además envió condolencias a las familias de los cuatro policías fallecidos y a los "inocentes que perecieron durante la redada". Y cuestionó la estrategia represiva: "Así no se combate el crimen organizado. Se combate con inteligencia y coordinación, no con fuerza bruta".

Las imágenes que llegaron desde Penha son la prueba viva de esa brutalidad. Vecinos con guantes cortando pedazos de ropa para identificar cuerpos. Plásticos y mantas levantados por madres, esposas, hermanos. Decenas de cadáveres apilados en camionetas. Niños llorando entre sirenas y humo. "Nunca vi algo igual", dijo un residente a O Globo. Otros afirmaron que aún hay cuerpos en lo alto de la colina y que algunos hombres fueron ejecutados después de entregarse. 

Según los medios locales, la violencia se concentró en la zona de Vacaria, en la Serra da Misericórdia, donde se desplegaron 2.500 agentes. El enfrentamiento se extendió durante horas: las fuerzas del Comando Vermelho respondieron con fusiles y granadas lanzadas desde drones, mientras helicópteros sobrevolaban los techos de las casas. La favela ardió. Fuego, sirenas, familias huyendo por autopistas colmadas de autos, tratando de escapar del infierno.

El Comando Vermelho, nacido en una cárcel de Río en 1979, es el segundo grupo criminal más poderoso del país, después del Primer Comando de la Capital (PCC). Su dominio territorial, extendido a varios estados, ha sido la excusa perfecta para justificar operativos cada vez más violentos. Y, al mismo tiempo, un espejo que refleja la fractura social brasileña, donde la pobreza y el narcotráfico se mezclan con la represión estatal y la impunidad.

El operativo dejó un saldo devastador: 64 muertos, 81 detenidos, 42 fusiles incautados y más de 200.000 personas afectadas
El operativo dejó un saldo devastador

Mientras tanto, desde Buenos Aires, el embajador argentino Guillermo Raimondi confirmó que "no hay ningún argentino afectado", aunque advirtió que la ciudad "es peligrosa" y que Lula da Silva se encuentra reunido con sus ministros para "trabajar en conjunto ante esta situación de guerra". Río de Janeiro se prepara para albergar en los próximos días eventos globales vinculados a la cumbre climática COP30 y el Premio Earthshot del príncipe Guillermo de Inglaterra. 

10