Big Bang! News
Más

4 crisis que más rompen parejas: cómo superarlas

Ni todas las parejas atraviesan todas, ni siempre terminan en crisis, pero son los focos de las tormenta de cualquier relación. Si querés estar prevenida y superarlas, seguí leyendo

20 Septiembre de 2016 08:09
1552082658106
1552082658106

La vida en pareja no es un cuento de hadas. Está llena de sorpresas, algunas deseadas y otras no, instantes de felicidad absoluta y otros de tristeza y angustia. Sin embargo, hay situaciones que marcan un antes y un después y de las que se puede salir airosos o heridos de muerte.

Quedarse murmurando “quién me mandó” es un mantra tan poco efectivo como lo de respirar profundamente y visualizarse en una playa . Además, ¡el peligro de ruptura no entiende de edad o experiencias previas! Es posible desactivar la bomba H de la vida en pareja sin que haya heridos, incluso con un poquito de humor y onda. Te mostramos las situaciones y su posible resolución:

#1. Preparar la boda:

El grado de estrés es tal que no son pocas las parejas que acaban anulando todo y tomando caminos opuestos, semanas antes de dar el gran paso. Para evitarlo, aconsejan planificar antes de actuar, hablar y programar para ver qué sintonía previa existe. Lo ideal: contratar a un/a wedding planner (planificador de bodas), ya que son los detalles de logística lo que más estresa, más que la boda en sí. ¿El secreto? Actuar en equipo, lograr complicidad entre ambos, sobre todo de cara a los problemas que puedan surgir. La idea es discutir lo menos posible (¡está toda la vida para ello!) y arrancar con una relación aun más fuerte y consolidada que antes.

El wedding planner te resuelve todo.

#2. Hacer una mudanza:

El horror de los horrores. Y si ya lo es cuando solos, en pareja se puede convertir en una oda a la ira y al disparate. Toca respirar hondo antes de empezar a gritar por el hecho de que no esté dispuesto a tirar lo que para vos son 15 kilos de revistas juntapolvo y para él, “una colección única" . Hay dos tipos de personas que se mudan: los que primero tiran y luego se mudan; y los que primero se mudan y luego tiran. Habría un tercero: el que nunca tira nada, pero en ese caso, es irremontable: son días de trabajo intenso y limpieza, interior y exterior, para el cual también vale pedir ayuda. 

Mudarse... ¡Socorro!

#3 Redecorar o refaccionar la casa:

En estos casos, los terapeutas de pareja recomiendan un trabajo muy parecido al que hay que hacer con una mudanza. Sin embargo, porque la casa ya está y se trata de cambios, podemos implementar una nueva variante: la velocidad a la que es mejor llevarlo a cabo. Antes de decidir nada, analicen juntos si hacer mucho en poco tiempo o ir poco a poco, dilatando los cambios. Si la refacción de la casa lleva una obra de dimensiones, lo más recomendable es mudarse a la casa de un amigo, o si se puede, a un hotel. Puede dilatarse el trabajo y la incomodidad de la vida cotidiana es parte de lo que genera el stress.

Las reformas, deben planearse.

#4. Vacaciones con la familia política:

Si no queda más remedio que salir con el suegro, suegra, tíos, etc., la clave está en priorizar el respeto por encima de todo. Ya la convivencia del resto del año nos dice si es buena idea o no viajar con ellos, pero si no hay alternativa, es otro el cantar.  Viajar juntos no implica estar todo el tiempo en grupo. Hay que dejar espacios para estar solos o con los niños, pero sin personas extrañas a la familia. Tampoco hay que tener miedo a establecer límites ya que el objetivo supone asegurar un clima cordial y saludable.

Las vacaciones son para descansar. 

10