22 Marzo de 2018 05:40
El parricidio que sacude a España. Un hombre ahogó a sus dos hijos, los recostó en la cama matrimonial y luego prendió fuego su casa del municipio madrileño de Getafe. Minutos después, se quitó la vida arrojándose a las vías del tren en la estación de Renfe.
“He matado a mis hijos. No quiero que sufran”. Esa fue la escueta justificación que José Alberto Gálvez López dejó en una nota manuscrita hallada en su bolsillo. El crimen tuvo lugar en la noche del partes mientras que la madre de los pequeños, de sólo 13 y 8 años, se encontraba haciendo las compras.
La primera en morir, según los datos preliminares de las autopsias, fue la pequeña de ocho años. Después, el hombre de 46 años fue por su hijo mayor, quien sufría una parálisis cerebral y estaba postrado en una silla de ruedas.
Los bomberos llegaron al lugar y encontraron los cuerpos de los menores.
Después, los recostó en la cama del dormitorio que compartía con su mujer, cerró la casa con llave y prendió fuego todo. Las pesquisas realizadas en los cuerpos de los menores revelaron que había agua en sus pulmones y no se encontraron rastros de inhalación de humo, por lo cual se presume que murieron antes del incendio.
Aunque en un principio trascendió que el matrimonio estaba en crisis y que su mujer le había solicitado el divorcio, la madre de los pequeños, Raquel, negó de modo tajante la información: “Salvo que se le haya ido la cabeza, mi marido no tenía motivos aparentes para matarlos”.
