El extraño caso de la bibliotecaria que apareció muerta en una comisaría

El 3 de mayo pasado, María de los Ángeles Paris apareció muerta en una habitación en una comisaría de Rosario. Tenía 45 años, era bibliotecaria y carecía de antecedentes penales. ¿Qué pasó? A cuatro meses de sucedidos los hechos, todavía no se puede saber a ciencia cierta.

Sebastián Sancevich -el abogado de Erika, la hija de María de los Ángeles- dice que hasta ahora la Justicia no ha hecho demasiado por esclarecer los hechos. El 3 de octubre, a cinco meses de la muerte de María de los Ángeles, se realizará una segunda autopsia, luego de que la primera fuera muy cuestionada por la querella.

 La versión "oficial" (policial) de los hechos refiere que María de los Ángeles fue a denunciar un robo, que vio una moto y salió corriendo, asustada, que la detuvieron para que se tranquilizara, y que unas horas después falleció por un paro cardiorrespiratorio. A la familia de María de Los Ángeles nada de esto le cierra. 

María de los Ángeles Paris: por ahora, el caso está caratulado como "Muerte dudosa"

En diálogo con BigBang, el doctor Sancevich -quien pertenece a la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos de Rosario- explica cuáles son las hipótesis de la familia y cuáles son los pasos a seguir que permitirían aclarar este siniestro episodio.

-¿Qué pasó la noche del 3 de mayo en la seccional 10?

-Al día de hoy, 20 de septiembre no sabemos qué pasó, tenemos más dudas que certezas. Lo que sabemos es que estuvo en la comisaría 10, que fue maniatada, ingresada a la fuerza, privada de su libertad y que falleció estando en custodia. Se le hizo una autopsia con varias irregularidades, que no respetó protocolos internacionales, una autopsia sin estudio de Rayos X, por ejemplo.

Sebastián Sancevich, abogado y militante por los Derechos Humanos.

-¿Qué dato central se podría haber establecido con precisión si se usaban los rayos X?

-Podríamos haber sabido con precisión si la causa de la muerte era violenta o era natural. Pero en el Instituto Médico Legal decían que la aparatología estaban descompuesta. 

-¿No hubieran debido, entonces, hacer la autopsia en otro lado?

-Exacto. La cuestión es que se aceptó la querella de Erika, su hija, y se rechazaron las de sus hermanos. El problema es que como querellante, Erika pidió un montón de pericias que no se hicieron: al celular del personal policial, al teléfono de la dependencia policial (entradas y salidas), el horario en que se lo llamó al fiscal, la declaración de testigos que estaban en las inmediaciones de los hechos y, por supuesto, la reautopsia, que sí nos concedieron. La autopsia fue autorizada para el 3 de octubre a las 9 horas, con personal de la Corte Suprema de la Nación. Es un antecedente muy importante para la provincia  que la Corte se haga presente en una autopsia en la cual se investiga la muerte de una persona. Este es un hecho novedoso. Esta segunda autopsia fue otorgada por el juez porque el propio médico que hizo la autopsia fue denunciado por la querellante.

-¿De qué lo acusa?

-Entre otras cosas, de mala praxis médica. Pero, como decía, no fue la única irregularidad. Hasta la fecha de hoy no se ha hecho apartamiento del personal policial. También solicitamos el apartamiento del fiscal inicial, porque consideramos que se apartaba de la verdad objetiva. Entonces podemos intervenir como querellantes, pero no producen la prueba que pedimos.