27 Septiembre de 2017 12:14
Acaso por culpa de una fantasía delirante o despiadado invento de la Policía, Mar del Plata tiene un récord difícil de igualar: dos asesinos seriales inventados. Al primero se lo llamó “El loco de la ruta”, un supuesto psicópata resentido que comenzó a descuartizar prostitutas en 1996, en el barrio La Perla, cerca del centro. El segundo fue bautizado como “El estrangulador de Camet”, un sátiro que en 2000 violó y estranguló a chicas adolescentes. Los investigadores trazaron perfiles criminales, consultaron a los expertos del FBI pero la mayoría de los asesinatos (12 entre los dos falsos homicidas) no se esclarecieron. La mentira de estas leyendas, aunque nunca se pudo probar, no sería otra cosa que obra de una mafia policial que manejaba la prostitución, la trata y la venta de drogas.
Una de las víctimas del falso asesino serial.
Pero en esta nota, BigBang se va a referir al "Loco de la ruta". El oscuro mito nació el 1 de julio de 1996, cuando al costado de la ruta 226, bajo un puente, encontraron el cuerpo desnudo de Adriana Jaqueline Fernández, una uruguaya de 27 años que trabajaba como artesana. Los crímenes y desapariciones de prostitutas siguieron.
La Policía instaló que se estaba tras la pista de una especie de émulo de Jack el Destripador. Se comunicaron con el FBI, consultaron a investigadores franceses y en la húmeda oficina de un comisario pusieron este cartelito en la puerta: “División Homicidios Seriales”. Parte del periodismo colaboró para que la leyenda se agigante. Un periodista mandó al fotógrafode un diario a hacer fotos el día después de uno de los asesinatos. Como a la víctima ni siquiera la había ido a despedir su familia, el periodista le dijo al fotógrafo que pusiera un ramo de flores en la escena del crimen. Y tituló la nota: “Enigmático ramo de flores en el lugar donde apareció una víctima del loco de la ruta". Hasta hubo un enigmático llamado a la redacción de un diario en el que un hombre decía ser el asesino serial.
Pero algunos de los casos se resolvieron: detrás había una mafia narcopolicial.
Un invento. Lo único real fueron las víctimas.