18 Agosto de 2025 11:31
Las pericias sobre las historias clínicas de las víctimas del fentanilo contaminado comenzaron este lunes 18 de agosto, en el marco de una investigación que apunta a esclarecer las causas detrás de la tragedia que ya se cobró la vida de más de 90 personas.
El procedimiento está siendo llevado adelante por el equipo del Cuerpo Médico de la Corte Suprema de Justicia, en colaboración con el Instituto Malbrán, y busca determinar si los fallecimientos están vinculados a fallas multiorgánicas provocadas por el opioide adulterado con las bacterias Klebsiella pneumoniae y Ralstonia.

En medio de la conmoción, el testimonio de Adriana, una extrabajadora del laboratorio HLB Pharma, generó un profundo impacto. En declaraciones a Radio Rivadavia, la exempleada denunció graves irregularidades en la producción del fentanilo contaminado: "Nosotros sabíamos con anticipación qué lotes se iban a auditar, entonces se preparaban los papeles", afirmó, revelando prácticas sistemáticas para encubrir las falencias detectadas por la ANMAT.
En la misma línea, Adriana detalló cómo el lote de fentanilo contaminado llegó al mercado pese a que los analistas de microbiología habían identificado problemas: "La jefa de microbiología había comunicado a la gerenta de calidad y el lote había salido exactamente igual", denunció.

Los análisis positivos eran registrados en cuadernos separados o borradores sin identificar las bacterias presentes, y la droga se despachaba automáticamente, ignorando la cuarentena legal: "Cuando se avisó el análisis ya estaba fuera", concluyó con evidente indignación. Según su relato, los filtros de esterilización se reutilizaban sin esperar los resultados de los análisis microbiológicos, y los registros se falsificaban manualmente para evitar que los auditores detectaran desvíos.
Un documento oficial al que tuvo acceso Noticias Argentinas reveló que una comisión de la ANMAT había detectado numerosas irregularidades en el laboratorio Ramallo S.A., una de las empresas vinculadas a la producción del opioide adulterado:
1. Falta de protocolos claros. No existían procedimientos estandarizados para garantizar la calidad y seguridad en la producción.
2. Personal sin formación adecuada. Se contrataba personal sin experiencia ni capacitación para manipular drogas de alto riesgo como el fentanilo.
3. Falsificación de registros. Los análisis microbiológicos eran inexistentes o manipulados manualmente para encubrir resultados adversos.
4. Reutilización peligrosa de filtros. Los filtros de esterilización eran utilizados nuevamente sin esperar los resultados que garantizasen su eficacia.
5. Infraestructura precaria. Ventilación y temperatura inadecuadas en áreas críticas para la producción farmacéutica.
6. Manipulación negligente de productos. El fentanilo contaminado fue despachado sin cumplir con la cuarentena legal ni identificar adecuadamente las bacterias presentes.
7. Advertencias previas ignoradas. La ANMAT había sido alertada sobre las irregularidades, pero las inspecciones no lograron frenar la salida del lote contaminado al mercado.

El informe también señala que las inspecciones realizadas entre noviembre y diciembre de 2024 ya habían detectado deficiencias graves en la gestión del sistema de calidad farmacéutico, pero los hallazgos no fueron suficientes para detener la producción. En febrero de este año, cuando el opioide ya había sido administrado a miles de pacientes, se formalizó el operativo que confirmaba las irregularidades en los laboratorios HLB Pharma y Ramallo S.A.
La investigación ahora apunta directamente al dueño de ambos laboratorios, Ariel García Furfaro, y a su equipo, quienes podrían ser imputados por el juez Ernesto Kreplak en función de los resultados que arrojen las pericias médicas y microbiológicas en curso.

