10 Diciembre de 2015 12:01

“No fue amor a primera vista”, reconoció Juliana Awada en su paso por el living de Susana Giménez. Pero la voluntad y perseverancia de Mauricio Macri pudieron más y pasaron en 2010 por el altar, cuando el líder del PRO ya ocupaba la jefatura porteña. Desde entonces, la pareja no hizo más que capitalizar su pasión en público. Besos y caricias a la orden del día.
El beso del debate presidencial opacó por completo a Daniel Scioli.
La estrategia funciona. En el debate presidencial con el por entonces candidato Daniel Scioli, el beso de la pareja sobre el escenario montado en la Facultad de Derecho se robó toda la atención. Y, aunque el ex gobernador bonaerense intentó hacer lo propio con Karina Rabolini, las tapas de los diarios prefirieron la postal de Macri y Awada.
La pareja celebró el segundo mandato de Macri en la Ciudad.
El último festejo incluyó a Antonia.
Lo mismo sucedió durante cada uno de los festejos electorales del PRO. Del 2007 a la actualidad, la morocha acompañó siempre a su marido sobre el escenario y remataron cada uno de los discursos con una muestra de afecto modesta: jamás se los vio desbordados de pasión.
La caravana del Congreso a la Casa Rosada tampoco fue la excepción. Emocionados, el presidente y la primera dama saludaron al público desde la camioneta y le regalaron un pequeño “piquito”, minutos antes de la ceremonia de traspaso.
¿El cierre de oro para la maratón de besos del flamante matrimonio presidencial? Con el balcón de la casa de Gobierno como marco de oro, Macri y Awada sellaron el primer discurso del presidente frente a Plaza de Mayo con un beso que quedará para la historia.