07 Mayo de 2025 15:09

En el fascinante mundo de la política argentina, donde el surrealismo parece ser la moneda corriente, Mauricio Macri volvió a demostrar que siempre hay espacio para lo inesperado. Esta vez, el expresidente decidió darle un toque "farmacéutico" a una entrevista al confesar, con una sonrisa pícara, que estaba bajo los efectos de unas gotitas de Neuryl. El clonazepam, ese amigo químico que ayuda a dormir pero que, al parecer, también puede convertir una charla política en un monólogo digno de stand-up.
"Estoy medio dormido porque Juliana (Awada) volvió tarde de República Dominicana y me hizo tomar unas gotas de Neuryl", explicó Macri minutos antes de analizar la complicada realidad política por la que atraviesa Argentina.
El exmandatario, relajado de más, admitió que las gotitas le habían "pegado fuerte", y pidió a los entrevistadores que no se "abusaran" de su estado: "No se abusen de mí, hoy no estoy muy lúcido"; con esa aclaración, se abrió la puerta a una entrevista que osciló entre lo hilarante y lo desconcertante. Porque si algo quedó claro es que cuando Macri está "medio dormido", las declaraciones alcanzan niveles de surrealismo que ni Dalí podría imaginar.
En medio del sopor químico, Macri no perdió la oportunidad de opinar sobre Javier Milei, el economista libertario que tomó casi por asalto el escenario político argentino. Lo curioso es que, entre bostezos y frases a medio terminar, Macri dejó caer una joya: "Cuando él me habló de un proyecto de país yo me entusiasmé, pero después devino este proyecto de poder que no me entusiasma tanto". Traducción libre: "Al principio me pareció buena idea, pero ahora no sé si me gusta tanto el Frankenstein que ayudé a crear".
Pero la verdadera perla llegó cuando Macri comparó su propia gestión con la de Milei, especialmente en lo que respecta al temido ajuste económico: "Yo no quiero ir a los archivos de ustedes puteándome por los aumentos de tarifas hace cuatro años. Y ahora ese aumento que yo hice en tres años, Milei lo hizo en tres meses. Y nadie dijo nada. Todos fueron calladitos a pagar la tarifa", disparó casi balbuceando.
Macri, con ese tono entre resignado y sarcástico que le sale tan bien, también lanzó un consejo inesperadamente apasionado: "¡Poné la energía en aprovechar el mandato que tenés, carajo!". Una frase que, viniendo de alguien bajo los efectos del Neuryl, suena como el equivalente político a un amigo borracho dándote consejos sobre tu vida amorosa.
En las redes sociales, las reacciones no se hicieron esperar. Algunos usuarios celebraron la sinceridad del expresidente, mientras que otros se preguntaron si era realmente apropiado aparecer en público en ese estado. Pero, como siempre en Argentina, el humor fue el gran ganador. "Macri inventó el Neuryltalk", bromeó un usuario en Twitter. Otro comentó: "Si esto no es política descontracturada, no sé qué es".
Al final del día, lo que queda es una mezcla de risas y perplejidad. Porque si algo que sabe hacer Mauricio Macri es sorprender. Ya sea con sus comentarios sobre fútbol, sus anécdotas familiares o sus reflexiones políticas bajo los efectos de un sedante, el expresidente sigue demostrando que, en la política argentina, siempre hay espacio para lo inesperado.