26 Septiembre de 2025 14:38
En medio de una crisis económica que parece no dar tregua, el gobierno de Javier Milei enfrenta uno de sus mayores desafíos: frenar la operación conocida como "rulo" o arbitraje, una maniobra que amenaza con profundizar la sangría de reservas del Banco Central de la República Argentina (BCRA).
A través de una nueva medida restrictiva, el Ejecutivo busca cerrar los caminos que permiten a los inversores obtener jugosas ganancias mediante la compra de dólares oficiales y su posterior venta en mercados financieros a cotizaciones más altas.

El BCRA emitió la Comunicación "A" 8336, que modifica la Normativa Exterior y Cambios, específicamente en la sección 3.8, para imponer un freno a estas operaciones. Según el comunicado oficial: "En todos los casos, la entidad deberá contar con una declaración jurada del cliente en la que deje constancia que se compromete a no concertar, de manera directa o indirecta o por cuenta y orden de terceros, compras de títulos valores con liquidación en moneda extranjera a partir del momento en que requiere el acceso y por los 90 (noventa) días corridos subsiguientes".
Esta medida, que comenzará a regir desde este viernes 26 de septiembre, amplía las restricciones que hace tan solo una semana se habían impuesto exclusivamente a accionistas, directores y gerentes de instituciones financieras y sus familias. Ahora, las restricciones se extienden a todos los compradores de dólares oficiales, en un intento desesperado por frenar las operaciones con Dólar MEP y Contado Con Liquidación (CCL), las principales herramientas del "rulo".

La maniobra financiera es una piedra en el zapato para el gobierno de las fuerzas del cielo: esta práctica se ha convertido es ya un símbolo de las tensiones económicas que enfrenta la administración Milei, agravadas por un contexto de reservas netas negativas superiores a los 7 mil millones de dólares y vencimientos de deuda inminentes para los cuales no hay liquidez disponible.
La semana pasada, el Banco Central vendió 1.100 millones de dólares en un intento fallido por evitar que la divisa superara el techo de la banda establecida. Este esfuerzo dejó al descubierto una situación crítica, mientras el país depende de un salvataje externo liderado por Estados Unidos.

Con promesas como un swap por 20 mil millones y la compra de bonos argentinos, además de medidas internas como la baja de retenciones para adelantar liquidaciones por 7 mil millones de dólares, el ministro de Economía Luis Caputo, logró contener momentáneamente la crisis.
Sin embargo, los mercados no tardaron en reaccionar negativamente. Las acciones y bonos se desplomaron y el Riesgo País superó los 1.500 puntos, reflejando la incertidumbre sobre el futuro económico del país. Incluso Caputo, admitió públicamente que Argentina enfrenta serias dificultades para cumplir con sus compromisos financieros. Así, mientras las medidas del BCRA buscan cerrar las puertas al "rulo", queda claro que la administración Javier Milei está jugando una partida de ajedrez a contrarreloj.

