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Damián De Santo en BBN: la vuelta al teatro, su vida en Córdoba y el matrimonio en casas separadas

El actor protagoniza la obra Me gusta.

por Eli Salas

17 Junio de 2023 08:00
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Damián De Santo no se arrebata. Según el actor, cara visible de los hitos dorados de la tevé argentina, su personalidad tranquila y “muy geminiana”, lo representa en cada trabajo. Desde la vorágine galopante de un set de televisión (su última incursión fue en la ficción “El Primero de Nosotros”, en 2022) hasta los acotados ensayos que enmarcan su vuelta al teatro con “Me Gusta”, comedia que protagoniza en dupla con Julieta Zylberberg en el Paseo La Plaza.  

 

“Me pasa en todas las profesiones que tuve. Soy tranquilo y, de alguna manera, me tengo que detener”, aclara el dueño del complejo de cabañas “Umbral del Sol”, en Córdoba, donde radica hace años sin perder la vigencia artística, ni la habitualidad de despertar en las sierras.  

“Al estar en la tele siempre hubo permanencia en la profesión. Y ahora que vuelvo al teatro, después de 21 años, dije: vamos a ver qué pasa cuando me subo”, cuenta sobre la nueva pieza dirigida por Javier Daulte. 

-¿Y qué pasó? 

-Los primeros días fueron medio raros, pero enseguida le agarré la mano. Aunque ensayamos todo en un mes y ahí sí me desesperé un poquito. Pero la tenía muy clara el director, que también era la primera vez que montaba una obra en tan poco tiempo.  

 

-Contaste que tu colega, Julieta Zylberberg, se sabe también tu letra. 

-Sí, también hay cierta coincidencia entre “Lu” Grasso, la otra actriz de la obra, y Julieta, que vienen del Pellegrini. Están acostumbradas a estudiar sin parar. Y yo vengo del Hipólito Vieytes, somos más atorrantes...  Igual yo también se la letra de ella, pero ella la sabe con más vehemencia. La tiene mucho más clara. Yo me relajo arriba del escenario. No siento que tengo que salir a decir la letra, me gusta transitarla, habitar el personaje. 

 

-¿En televisión te pasa igual? 

-Sí, en todas las profesiones. Más allá de la letra, lo que uno tiene que hacer es escuchar al otro. Únicamente que sea un clásico y ahí sí tiene que ser muy puntilloso.  

 

-Protagonizás una comedia que además de entretener, invita a reflexionar sobre las nuevas formas de vincularse.

-Sí, no se habla solamente de tener relaciones sexuales sino de una convivencia, de una propuesta de amor de una chiquilla de 25 años que le parte la cabeza a este matrimonio. Pero no estamos inventando nada nuevo, nos estamos animando, esa es la generación nueva. Desde mis compañeros del barrio, de la primaria, de la secundaria todos alucinamos alguna vez hacer un trío o estar en una orgía, a todos nos pasó por la cabeza, pero dijimos: “No, esto es un montón, qué van a decir de nosotros”. Solo pensarlo era raro. Pero está sucediendo y estamos viendo que sinceramente los pibes se lo proponen. Después no sabemos qué va a pasar. Acá cae todo esto, se sacude y qué quedará...  

 

-¿Aprendés de tus hijos centennials también? 

-Bueno, Joaquín de 22 años, creo que es millennial y centennial es el de 17. Pero aprendemos mutuamente y ese es el intercambio interesante. ¿Qué voy a decir? ¿Que ellos me enseñan a mí solo o que ellos aprenden de mí? Yo fui muy libre, sino no hubiese sido actor. Imaginate que fui el más desestructurado de toda la familia. Pero obvio que se aprende y una de las cosas es a ser padre. 

 

-¿Ellos consumen lo que vos haces? 

-No, poco. Ninguno de los dos vio “El Primero de Nosotros”, la tira de Telefe del año pasado.  Están en otra. Por ahí al más grande sí un poquito, pero no les pega esto de la emoción porque no han tenido pérdidas muy grandes en su vida entonces esto de ver que la vida es finita no la tienen todavía. Pero está bien. 

-Considerando que vivís en Córdoba. ¿Elegís los proyectos en función de la logística familiar? 

-Sí, pero lo hablamos y lo ponemos en la balanza. La idea siempre fue ir a vivir allá y laburar. Sin desesperarnos de agarrar cualquier laburo que no nos guste acá en Buenos Aires. 

 

-¿Te abrumaba un poco la dinámica porteña? 

-Sí y cada vez que vengo, más. La ciudad nunca fue para mí, por eso me fui alejando. Viví primero en Caballito, después en Once, Belgrano, Urquiza y dije: bueno, ¿qué me falta? El campo. Pero lo ideal no existe, te puedo asegurar que tengo dos millones de quilombos allá. Que no llueve, el incendio, el viento, las economías que cuando empiezan a tener algún problema se resienten las vacaciones. 

 

-Pero ganaste calidad de vida, que es lo que fuiste a buscar... 

-Sí, yo siento que no me van a matar un hijo por un celular o un par de zapatillas. Allá no te cuidás la espalda. No sos pobre, sos humilde. El chapista juega al golf con el de la inmobiliaria. El de maestranza de la escuela viene a jugar a la pelota con los papás del colegio y come asado con nosotros. No hay diferencias. Un montón de realidades que uno olvida en la locura de la ciudad, donde solo te juntás por negocios. 

 

-¿Y convivir en casas separadas con tu mujer, inclina también la balanza positivamente? 

-Sí, aparte a ella le gusta. O por lo menos le gusta hasta hoy. Ayer por lo menos no me dijo nada (risas). Y con la libertad que se criaron nuestros hijos... 

 

-Has hecho de todo, hasta te calzaste el disfraz en “¿Quién es la máscara?”. ¿Qué no harías? 

-Y, ahora que no me da el físico... laburar en un Golden. (Risas) Me gusta de todo, las comedias musicales y hago todo lo que me da placer. 

 

 

-Propuesta para reality no te habrá faltado... 

-En principio iba a hacer un “Bailando” con Griselda Siciliani, cuando el proyecto era realmente bailar para ganar lo que necesitaba una escuela o un chico. Pero me salió otro laburo.

 

-En lo personal, ¿seguís con la idea de comprarte un motorhome y salir a girar por el país? 

-¡Obvio! Ayer justo estaba viendo una nota de José Bianco, que subió un video con su mujer en un motorhome sustentable yendo a recorrer el país. ¡Divino! Tal vez me diga varias veces: ¿qué carajo hicimos? Pero la vida está para eso. Totalmente de acuerdo en equivocarme con cosas que me gustan y elijo yo, porque no le puedo echar la culpa a nadie. 

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