10 Junio de 2025 11:19

Ya pasaron más de dos décadas desde que Poné a Francella marcaba récords de rating con sus sketches cargados de humor costumbrista, frases pegajosas y personajes inolvidables. Pero lo que para muchos fue un hito de la televisión argentina, para Julieta Prandi guarda un costado menos feliz. La actriz y conductora, que por aquellos años daba sus primeros pasos en la TV, volvió a hablar sobre su experiencia en el programa que la catapultó a la fama, pero que, según sus palabras, también la dejó con algunas heridas. En una entrevista con Mujeres argentinas (El Trece), Prandi fue clara: "No la pasé bien. Pasaron muchas cosas, era chica y el contexto no colaboraba".

Julieta se refirió, sin mencionarlo directamente, al popular sketch La nena, donde interpretaba a una adolescente provocadora que buscaba seducir al padre de su amiga, interpretado por Guillermo Francella. Con una sonrisa a medias y un tono sereno pero firme, Prandi aclaró que, si bien no se arrepiente de su participación, las cosas detrás de cámara no fueron tan divertidas como el producto que se veía al aire. "Uno puede tener ganas de subirse o no subirse a una ola grande. Yo la verdad no estoy con ganas de eso. Cada uno entiende lo que estoy diciendo y no tengo más que sumar. Está todo dicho. A buen entendedor, pocas palabras", aseguró.
Y sumó: "De acá para atrás, no tengo un momento que arrepentirme de los trabajos que elegí, ni de cómo los llevé adelante. Estoy feliz con mi carrera. Mi personaje era border, que yo disfruté de hacer, pero también pasé situaciones muy incómodas". Y aunque evitó señalar responsables con nombre y apellido, deslizó lo suficiente como para que el mensaje quedara claro. La charla se puso aún más picante cuando la panelista Carolina Molinari la interpeló en vivo: "Estás hablando de un compañero en particular", lanzó. Prandi, sin negar ni confirmar, respondió con ironía quirúrgica: "Bueno, ya lo estás diciendo vos".

Pese a todo, la actriz se mostró orgullosa de su carrera y evitó caer en un revisionismo excesivo. Sobre la posibilidad de que un programa como Poné a Francella volviera a emitirse hoy, Prandi fue categórica: "Cuando ponés en la tele una programación de humor, en este caso, que tiene que ver con 20, 30 años atrás, tiene una temática y una sociedad que no es la misma. Pasó el tiempo y hay que contextualizarlo en el tiempo que se hizo eso. Es como ahora ponernos a levantar el dedo con Olmedo, Porcel, etc., que por ahí sale en el Canal Volver. Es el humor de antes. O las novelas de Luisa Kuliok con Arnaldo André y los sopapos", opinó.
Y añadió: "O sea, como en ese momento nadie dijo nada de los sopapos y salían al aire, entonces hay que ponerlo en ese contexto. Salía en el año 2001″. Con la claridad de quien ya no necesita gritar para ser escuchada, Prandi habló. Y aunque no buscó prender fuego nada, dejó entrever que en el backstage de la televisión de comienzos de siglo también había guiones no escritos: los del silencio, la incomodidad y el aguante profesional. Hoy, a la distancia, Julieta Prandi elige hablar desde un lugar más empoderado, sin renegar de su pasado, pero dejando en claro que no todo lo que nos hacía reír en los 2000 resistiría el archivo emocional del 2025.