29 Abril de 2015 14:14

El premio es poder lucir en sus prendas una etiqueta con la leyenda “Libre de Trabajo Esclavo”. El programa Compromiso Social Compartido fue creado en 2009 por el INTI para certificar el proceso de producción de la ropa y es voluntario. Se controla el recorrido de las prendas desde el taller hasta el punto de venta. Shopping, comercio o Salada. Las auditorías estuvieron a cargo de ingenieros industriales, abogados, expertos en seguridad e higiene y profesionales de las ciencias sociales. La única empresa que mantuvo el standard fue la brasileña Ombú.
En un principio fueron muchas las empresas que se acogieron a esta auditoría. Presentaron el listado de talleres que les confeccionan la ropa y los balances que mostraban su volumen productivo. Pero los números no coincidían. O cosían demasiado, y eso no estaba declarado en la carga horaria, o inventaban prendas.
Al mantenerse el carácter voluntario de la prueba, las empresas retiraron su participación del programa. La etiqueta “Libre de Trabajo Esclavo” ya no era tan codiciada. La única que se mantuvo es la firma adquirida por el gigante brasileño Camargo Correa. ¿Qué sucedería si esa auditoría fuera obligatoria?