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La historia de Helen Bernard Stilling, la joven promesa del atletismo argentino

Tiene 17 años, es dueña de récords nacionales, fue dos veces finalista en el último Panamericano U20 y quedó entre las 8 mejores deportistas del continente.

por Matias Ayrala

12 Agosto de 2023 08:00
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En sus marcas. Listos. Ya. El atletismo argentino tiene un presente y un futuro prometedor. Y ella es uno de sus exponentes. De hecho, en lo que usted tarda en leer estas líneas, la atleta Helen Bernard Stilling es capaz de correr los 100 metros con vallas y batir un récord. Esa marca es de 13.79. Trece segundos y 79 centésimas para que quede más claro. Esos números significaron el récord nacional en la categoría en 100 con vallas y lo logró el año pasado en el Sudamericano realizado en Brasil. Pero hace pocos días, la deportista 17 años y oriunda de Lomas de Zamora tuvo otra experiencia inolvidable. Compitió en el Panamericano Sub-20 en Puerto Rico, donde enfrentó a atletas de Estados Unidos, Jamaica y otros países de América. Finalizó cuarta en los 100 metros y sexta en los 400. Por eso ahora es una de las mejores atletas de todo el continente.

 

En una entrevista con BigBang, Helen, que forma parte de Atletismo Lomas y tiene como entrenadora a Marina Fernández, cuenta sobre su participación en el torneo con mucha alegría: "En el Panamericano la pasé muy bien. Fue una muy buena experiencia. Ojalá pueda tener más torneos así porque en comparación con otros en los que competí, se notó mucho más profesionalismo en la organización y en los atletas. La pasé muy bien a pesar de los nervios y fue muy importante para mí haber clasificado y poder representar a Argentina nuevamente. Sobre los resultados, no sé si era lo que me esperaba.  Las marcas no fueron las que fui a buscar, pero si tomo en cuenta las condiciones climáticas, un lugar en donde hacía mucho calor bajo el sol y había humedad, no estuvieron mal. Y estoy muy contenta con los resultados que tuvimos. Obviamente ya vendrán mejores". 

 

-Hagamos un repaso de tu historia, ¿cómo llegaste al atletismo?

-Antes iba a un colegio que era bastante exigente el deporte. Iba con mis dos hermanas a ese colegio y a las tres nos iba bien en deporte y en los torneos que se armaban. Un profesor de ahí nos recomendó a mi hermana y a mí a empezar atletismo en el Parque de Lomas, donde daban clases de atletismo. Así que arranqué en 2017. Lo tomaba más como un hobby, o sea, iba cuando quería. Después empecé a ir más seguido, mi primera competencia fueron los Juegos Bonaerenses. Yo pensaba que era el único torneo que existía. No sabía que existían los nacionales, no tenía ni idea.  Empecé con mi hermana pero después ella se lesionó, se rompió los ligamentos porque, en ese momento, hacíamos saltos en largo. Ella después siguió con vallas, después yo me metí en las vallas, y seguí.

-¿Cómo recordás ese comienzo en el atletismo?

-Siempre entrené con Marina. Al principio, antes de cumplir 15 años, entrenaba con Florencia Acosta, la hija de Marina y que es la entrenadora de los más chicos de Atletismo Lomas. Y después, cuando crecí, a partir de los 16 o 17, me empezó a entrenar Marina. Cuando empecé era una actividad que hacía después del colegio. Así me lo tomaba.

 

-¿Cuándo te diste cuenta que tenías talento?

-(Hace un poco de memoria) Capaz que en mi primer Nacional, que fue en 2019. Obviamente no entendía nada, o sea, era ir a una competencia más. Iba, competía y me daba cuenta que me salía bien. Nada más. No era consciente de eso. Ahí pude clasificar a otro torneo y empezó la rueda de todo.

-¿Cuáles fueron tus primeras competencias?

-Hice 100 metros con vallas y 400 con vallas. Y también postas.

 

-¿Cómo es el vínculo personal con una entrenadora que ves casi todos los días y cómo es ese trabajo para una atleta como vos?

-Por suerte, tengo una muy buena relación con Mari. O sea, me doy cuenta de eso, por ejemplo, comparándome con mis compañeros. No mis compañeros de Lomas sino con los de otros clubes. Y estoy muy agradecida de poder tener la relación que tengo con Marina porque, por suerte, tenemos confianza, podemos hablarlo todo. Mari siempre está presente. Siempre está dispuesta a tener que cambiar sus horarios por mí. Si tengo un problema, lo cambia. Estoy muy agradecida con Marina porque siempre está presente en todo, me acompaña en todos los torneos. Aunque no la lleven, por ejemplo, en San Pablo, Brasil, no la llevaron y ella obviamente hizo de todo y vino para apoyar. Siempre está presente con nosotros.

 

-Contame de tu apellido que no parece argentino: Bernard Stilling. 

-Bernard es de parte de mi papá, el apellido es de origen francés. Y Stilling es alemán, es de mi mamá. Quedan perfectos combinados, pero uno es de mi mamá y otro es de mi papá. Pero ellos son argentinos.

 

-¿Estás estudiando ahora vos?

-Estoy en el último año del colegio.

-¿Y cómo es ser atleta, combinarlo con el último año del colegio y con lo que eso significa, que es el viaje, la fiesta de egresados y todo eso?

-Te soy sincera,  en cuanto al colegio en sí es muy difícil, pero porque yo no voy tanto al colegio. Por ejemplo, en 2020, que fue pandemia, yo justo tenía el colegio y un torneo Sudamericano. Y falté literalmente un mes entero al colegio pero porque no quería contagiarme de COVID. El objetivo era no enfermarme. O sea, en ese sentido, se me complica bastante. Pero en mi colegio me entienden. Y saben que tengo que faltar. Y es falta justificada por el torneo.

-¿Y cómo vivís el autoimponerte límites? Porque a tu edad tus compañeros salen de noche, hay fiestas, o sea, salen a bailar. ¿Cómo manejas eso?

-Al principio obviamente cuesta, porque todos salen y vos te tenés que quedar durmiendo temprano para el otro día ir a entrenar o ir a competir. Y obviamente es difícil. Pero ya ahora es como que lo tomo más como algo cotidiano a ponerle, porque salen siempre todos los fines de semana y yo sé que no puedo. Y tampoco es que me dan ganas, porque ya me acostumbré. Entonces salgo una vez cada tanto y esa vez que salgo, no aguanto y me dan ganas de irme a dormir. No lo llevo tan mal por suerte.

 

-¿Fuera del atletismo hacés otra actividad que te gusta?

-No, literalmente nada. El tiempo tampoco me alcanza para nada más, porque es ir ocho horas al colegio y cuando salgo voy a atletismo.

-¿Cuántas horas entrenás por día y cuántos días a la semana?

-Entreno una hora y media, cinco días a la semana y depende de la etapa en la que esté, a veces seis.

-¿Y ahora en qué etapa estás?

-Como es época de competencia es más leve todo. Entreno cinco días.

 

-¿Y en el medio descanso o cómo es ese trabajo?

-A veces hay algo de descanso y otras no tanto. En las competencias a veces me tocan todas las competencias en un mismo día. Es así, cuando es Sudamericano o Panamericano casi siempre es viernes, sábado y domingo. Y a mí depende el torneo, el año pasado en el Sudamericano de Brasil, yo era U18 y era la más grande U18, me pasó que tenía todas las competencias un mismo día, o sea, tenía el 100 con vallas, el 400 con vallas y la posta.

-Qué duro.

-Sí. Por suerte era todo final directa, o sea que corrí una vez sola cada prueba. Pero a mí me cuesta mucho el 400 con vallas, o sea, me cuesta mucho el antes de correr. Me pongo muy nerviosa . Y no me fue mal en el sentido de que me saqué algo de encima, no es sacar un peso, pero es como que ya corrí todo en un día, entonces estaba como más aliviada.

-¿Y podés disfrutar de las competencias?

-No, intento pero obviamente me re cuesta. Creo que por experiencia, como que me voy a ir soltando más. No importa el torneo o el lugar, siempre me pongo nerviosa antes de cada competencia. Hace unos fines de semana, corrí en la FAM, en el Nacional de una categoría más chica, como invitada, corrí 400 llanos e igualmente me puse muy nerviosa. Intento disfrutar pero no es fácil.

 

-¿Qué logros obtuviste a lo largo de tu carrera?

-En mi primer Nacional, en 2019, en 80 metros con vallas, porque era U16, quedé sexta. Después vino la pandemia y, en 2021, fue mi primer Sudamericano en Paraguay. Ahí quedé cuarta en 100 con vallas, y quinta en 400 con vallas. Después en Paraguay también hicimos postas en dos categorías, que si no mal recuerdo, quedamos terceros en los dos. Después, en 2022, en el Nacional quedé primera, y después tuve los Juegos Sudamericanos, que fueron en Rosario, quedé quinta en 100 con vallas, y tercera en 400 con vallas. Después el año pasado también, el Sudamericano en Brasil, quedé segunda en 100 con vallas, y tercera en 400 con vallas. En Brasil, hice el récord argentino de la categoría en 100 con vallas. Y ahora lo que logramos en el Panamericano. 

-¿En cuánto tiempo lo hiciste el récord argentino?

-En 13.79. Después, este año, estuve en Colombia, que fue Sudamericano U20, quedé tercera en 400 con vallas y 100 con vallas, y en el 400 también, récord argentino de la categoría.

 

-Dentro de un deporte que no es profesional en Argentina, ¿cómo se solventan los viajes para competir en Brasil, Paraguay, o a cualquier otro país?

-Por ejemplo, para los Juegos Sudamericanos, se hace cargo la Confederación Argentina porque soy parte del seleccionado. Y cuando es Sudamericano, Panamericano, la CADA se hace cargo de los pasajes y de todo. Viaja la selección y los entrenadores que lleve el comité o la confederación. A Colombia y a Brasil, mi entrenadora Marina viajó, pero por su cuenta.

-Y en cuanto a zapatillas, a clavos, o indumentaria, ¿no tenés ayuda de nadie todavía?

-No.

-Pero no puede ser que a una de las mejores atletas jovenes no le den nada, es increíble. Cambiamos de tema, ¿cuál es la competencia que a vos más te gustó? Esa que recordás y te emociona lo que lograste.

-La de Brasil del año pasado.

 

-¿Por qué?

-No solo por la carrera sino el torneo. O sea, a mí me influencia mucho el equipo que viaja, el apoyo que recibo. Y yo creo que Brasil fue el mejor.

-¿Qué sentiste ahí? ¿Qué pasó?

-Fue muy emocionante y también estuve nerviosa de que sea todo el mismo día. Corrí el 100 con vallas primero y a la hora tenía, por ejemplo, el 400 con vallas. Pero ya haber corrido el 100 con vallas y haber quedado segunda y encima haber hecho el récord, o sea, me motivó a poder correr el 400. Fue buenísimo, la pasé muy bien en ese torneo y todo.

 

-¿Qué deseo te gustaría cumplir en esta profesión?

-Obviamente clasificar a torneos de mi categoría y poder también clasificar a torneos de otras categorías importantes internacionales. Llegar a la final del Panamericano fue un deseo cumplido. Ojalá que pueda estar en otros torneos así y que se puedan ver los resultados de todo lo que estuvimos entrenando con Mari. Y a largo plazo, sí, obviamente poder mejorar mi marca personal y poder clasificar a los torneos que tengamos en ese momento.

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