26 Septiembre de 2016 06:05
A muchas personas les cuesta. Llegar a horario a cualquier compromiso parece una tarea titánica, digna de mover una montaña con la mente. Para otros no significa ningún esfuerzo, llegan puntualmente a todos lados. ¿Cuál es el secreto?
Ser puntual es una cuestión de respeto y cortesía para con los demás, una manera de demostrar que interesa el tiempo del otro, que es tan valioso como el propio.
¡Vos podés!
¿Cómo hacen los puntuales? Según Aje Arruti, experta en manejo del tiempo y escritora del libro “La hora del tesoro”, quienes son puntuales comparten estas costumbres:
Tienen el fin en mente:
No a la falta de programación.
Tenés que imaginarte el escenario final para ser capaz de comprometerte con la tarea y planificarla de manera adecuada.
Por ejemplo, si tenés que estudiar para un final, ir a trabajar y pasar a ver a alguien, debés ver la foto del día, pensar ¿cuánto tiempo necesito para estudiar?, ¿y para llegar a ver a mi amigo desde el trabajo? Especificalo en tu mente, anotalo en tu agenda, contemplá temas como el tránsito u otros contratiempos. Vas a poder organizarte mejor para llegar a todos lados con tiempo, o descartar lo que no vas a poder hacer.
Saben que el plan puede inestabilizarse:
Hay espacio para todo.
“Cuando planificamos las cosas pensamos en escenarios de condiciones estables. Pero la vida no es así, y surgen problemas o cuestiones con las que no habíamos contando”, cuenta Arruti, quien aconseja planificar el día dejando un colchón de 20% de tiempo para la vida misma: “si necesitas 10 días para algo, planificá 12 y vivirás mejor”, asegura.
Observan sus ritmos y deciden:
¿Cuál es tu ritmo?
Los puntuales saben qué odian hacer y qué les lleva más tiempo. Lo evalúan y tienen en cuenta su ritmo natural, que no es el mismo en todas las personas. “Hay que tratarse a uno mismo con consideración y no postergar las tareas que disgustan. Es más productivo afrontarlas, y saber que de rechazarlas surgirán consecuencias de las que habrá que hacerse cargo”, cuenta la experta.
Hacen lo difícil en su mejor momento:
No hace falta apurarse. Sí organizarse.
Los puntuales suelen hacer las cosas más difíciles en su momento más productivo del día. “Cuando se está alerta, nada parece imposible”, asegura Arruti.
Están en el momento presente:
Estar atento y presente en lo que se está haciendo es fundamental para lograr cualquier meta, incluso la de llegar a horario a los lugares. Cuando alguien está verdaderamente dedicado a lo que tiene que hacer, se nota, de igual manera que cuando no. Distracciones, ¡afuera!
Con estos consejos, ¡ya podés dejar de poner tu reloj en horario adelantado!
