por Jimena Báez
12 Agosto de 2025 11:25
En Suncho Corral, un pueblo de Santiago del Estero donde las calles tienen nombre pero se recorren con memoria, todos conocen a todos, ahí creció Rocío González, la joven que hoy emociona a miles en La Voz Argentina. Cuando era niña, soñaba con cantar. Tenía apenas 10 años cuando, con la picardía y la valentía propias de su edad, le dijo a su mamá: "Che, mamá, quiero tener una banda".
Ese sueño, nacido entre guitarreadas familiares y festivales barriales, la llevó hoy a brillar en uno de los escenarios más importantes de la música: La Voz Argentina. Con apenas 18 años, venció en las instancias de batallas a su compañera Micaela Gaudino interpretando "Qué Será", de Diego Torres, en un duelo que dejó huella en el público y en el jurado."Desde chiquita que vengo con la música. Mi primera experiencia ha sido en el jardín, que he cantado una canción para mi egreso. Después empecé a ensayar canciones de las series, y como mi mamá tenía un conjunto, siempre estaba en el ambiente", recuerda en diálogo con BigBang.

Así, de la mano de Karina "La Princesita" como inspiración, formó su primera banda de cumbia y comenzó a recorrer escenarios locales. Los desafíos no tardaron en llegar, aunque Rocío los recuerda sin dramatismo: "Más que nada son experiencias que me van formando. Quizás desvelos desde chica o cuestionamientos por mi edad, pero siempre con mamá ayudándome y acompañándome todo era más fácil".
Hoy, su coach es nada menos que Soledad Pastorutti, ícono del folclore. Un giro musical que González abraza con apertura: "Si bien Karina ha influenciado mucho en que me empiece a gustar la música, el folclore ha estado muy presente en mi vida porque vengo de una provincia re folclorera. Me encanta, siempre ha estado en las juntadas y guitarreadas".

La canción que la llevó a la victoria en las batallas no fue elegida al azar. "Qué Será" habla de despedidas y nostalgia, sentimientos que ella conoce bien al dejar atrás su pueblo y llegar a la gran ciudad de Buenos Aires: "Yo lo interpreto por dejar los amigos o a tu familia, porque sientes esa nostalgia cuando estás lejos, y más de un lugar que es chiquito, que conoces a toda la gente. De memoria tengo todas las calles, todos los lugares, los recuerdos de mi niñez", cuenta.
Lejos de las presiones externas, Rocío vive esta experiencia con una madurez sorprendente. Ante las críticas o comparaciones en redes sociales, responde sin perder la calma: "Todo el mundo no piensa igual. Hay gente que quizás le gustaba la otra voz y lo dice. No me lo tomo mal porque siento que ya he trabajado mucho esa parte", responde ante la repercusión de su batalla en redes sociales.

Las batallas quedaron atrás, y ahora la participante se prepara para los knockouts, sin miedo y con ilusión: "Tengo ansiedad por ver quién será mi compañero, qué canción me toca. Pero lo voy a disfrutar. Esto me ayuda muchísimo en redes y lo que venga es una bendición, un regalo". Si bien llegar a la final es el objetivo, para la joven el camino recorrido es más de lo que alguna vez soñó. Más allá del escenario, lo que busca es mostrarse tal cual es: "Espero que me conozcan y que vean que lo que muestro es lo que soy. Me manejo en todos los ámbitos tratando de ser transparente".

Y su sueño, claro, sigue firme: "Sacar música es lo primordial. Quiero explorar, ver qué le gusta a la gente y mandarle con todo. Siempre digo que hay que ponerle toda la energía al plan A, y el mío es la música", cuenta sobre sus planes cuando La Voz Argentina termine. Desde las calles polvorientas de Suncho Corral hasta las luces y cámaras de un programa de televisión nacional, Rocío González es prueba de que los sueños de una niña de pueblo pueden resonar tan alto como su voz.

