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Cayeron los "Puccio" de Bahía Blanca, la familia que secuestraba, violaba y torturaba chicas

Las tenían cautivas y las sometieron a la servidumbre. Eran la novia de uno de los hermanos y la ex pareja del otro. El calvario que vivieron.

27 Marzo de 2018 10:00
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La Policía Bonaerense desarticuló al “Clan Benítez”, integrado Fernando Rubén Benítez y Gonzalo Lenoardo Benítez, de 26 y 24 años, quienes junto a su madre, María Esther Llanos, de 65, mantuvieron cautivas a dos jóvenes, Andrea y Aldana. Están acusados por tentativa de femicidio y reducción a la servidumbre. Ocurrió en Bahía Blanca y las chicas se encuentran internadas.

El “Clan Benítez” abusaba de la novia de uno de los hermanos y la ex pareja de otro, según informaron fuentes policiales. Una de las jóvenes se encuentra internada en grave estado por las lesiones sufridas, mientras que la otra fue rescatada desvanecida en el interior de la vivienda de los Benítez, en Güemes al 3700.

Hermanos. Fueron detenidos por la Policía Bonaerense. Tienen 26 y 24 años.

Según se supo, Aldana logró escapar de la vivienda en la que era sometida, junto a Andrea, a toda clase de abusos sexuales y mordeduras de perros. Mediante la ayuda de un familiar llegó al Hospital Penna, donde relató a los médicos el calvario que sufrió. Su declaración motivó la investigación posterior, y las detenciones se llevaron a cabo por efectivos de la DDI de Bahía Blanca.

Cuando ingresaron a la vivienda, los uniformados hallaron Andrea, ex pareja del otro imputado. Se encontraba en grave estado y con lesiones similares a las que tenía la otra chica, por lo que rápidamente fue derivada al Hospital Municipal, donde fue atendida. “Ambas tienen signo de haber sido abusadas”, señalaron fuentes de la investigación.

 

En este sentido, detallaron que “presentan en sus cuerpos todo tipo de lesiones, incluso mordeduras humanas y de perros en miembros superiores e inferiores”. Por el caso la Policía detuvo a los dos hermanos de 26 y 24 años, así como también a la madre de ambos, quien según los investigadores “tenía cabal conocimiento de las agresiones sufridas por ambas víctimas”.

En el expediente interviene la Unidad Fiscal de Investigaciones N° 3 del Departamento Judicial de Bahía Blanca. La causa fue carátula como “tentativa de femicidio, reducción a la servidumbre, abuso sexual e infracción a la ley 14.346 (de maltrato animal)”.

Más víctimas

Micaela es otras de las chicas que, luego de conocer la noticia de la detención de los Benítez, hizo su denuncia ante la policía. La joven fue pareja del mayor de los hermanos, con quien tuvo un hijo tiempo atrás.

La mujer relató al sitio Brujula24 que era encerrada en la casa. “La madre siempre fue cómplice, decía que yo era una piba y tenía que acceder a lo que él quería. Mi mamá me buscó hasta por Missing Children, porque me tenía secuestrada cuando estaba embarazada. Llegué a estar cinco días encerrada”, contó.

Micaela, una de las víctimas del "Clan Benítez" que aterrorizó a Bahía Blanca

“Mi ex suegro me quiso apuñalar durante una discusión que tuvo con Fernando. Estaba embarazada y me hirió a la altura de la rodilla, me cortó un tendón y como estaba en plena gestación no me podían operar, casi pierdo a mi hijo”, agregó la joven, quien incluso indicó que su ex le mordió la cara y la oreja. “Me tenía amenazada de muerte, incluso, estando internada me obligaba a tener relaciones y si no accedía me pegaba”.

Por su parte, la madre de Aldana, la otra víctima del Clan Benítez, describió que la relación era muy violenta, y que el menor de los Benítez le impedía el contacto con su hija, con quien solo podía hablar por teléfono, llamando al teléfono del captor y con el altavoz. Una vez logró visitarla y notó marcas en el cuerpo: un ojo morado y mordeduras de perro en las piernas.

A pesar de que la joven negaba ser víctima de violencia de género, la madre intentó hacer la denuncia. Ayer logró relatar cuáles fueron las torturas a las que fue sometida. Reveló que la golpeaban con un cinturón, la drogaban para obligarla a tener relaciones sexuales y luego eran abusadas.

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