29 Julio de 2018 08:45
"Amor, me dispararon, me estoy muriendo. Vení a buscarme". Ese fue el mensaje que la oficial Lourdes Espíndola le envió a su marido, el también policía Fernando Altamirano, luego de recibir un balazo en el cuello.
Lourdes Espíndola y su marido Fernando Altamirano, también policía.
La joven fue atacada mientras esperaba el colectivo para encontrarse con su familia luego de terminar su tarea en el Peaje Quintana en Ituzaingó. Allí, fue abordada por dos delincuentes que se movilizaban en motocicleta y quisieron robarle el arma reglamentaria.
En el forcejeo, uno de los ladrones le disparó a Espíndola en el cuello tras lo cual ambos escaparon con la pistola. La oficial alcanzó a enviarle el mensaje de texto a su marido y a alertar a una compañera que aún estaba de servicio, quien la auxilió.
Trasladada primero al Hospital de Ituzaingó en Brandsen, tuvo que ser inmediatamente derivada al Hospital Posadas por la gravedad del cuadro. Allí, fue intervenida quirúrgicamente para reparar el daño causado por el balazo, que perforó la arteria aorta, y por estas horas permanece internada en terapia intensiva en estado crítico.
Dolor y furia
"La llamé, la llamé y no me atendió más", señaló Fernando, marido de Lourdes en diálogo co la prensa recordando los momentos posteriores a aquel mensaje trágico.
Lourdes fue operada y se encuentra en estado crítico.
Al mismo tiempo, le pidió a los delincuentes que atacaron a su mujer "que se arrepientan" y que se comuniquen con él para explicarle "por qué le hicieron ésto". "A la señora María Eugenia Vidal y a Macri, que se vayan a la c.... de su madre", sentenció Altamirano, furioso. "A partir de hoy no soy más policía".