Brutal golpiza
11 Junio de 2025 10:36
La tarde del sábado se tiñó de horror en el barrio El Palito, en Talar de Pacheco. Una escena desgarradora de violencia familiar se desató a la vista de todos, en una esquina cualquiera, bajo el cielo de una ciudad que no pudo permanecer indiferente. Un hombre fue baleado por un vecino luego de atacar brutalmente con un cinturón a su hijo de tan solo 10 años y a su ex pareja, madre del menor, que intentó protegerlo.
El agresor fue identificado como Joaquín Paré. Según los primeros reportes, el hombre desató su furia en la intersección de Castelli y calle 1, donde comenzó a golpear al pequeño con saña en plena vía pública. La madre del chico, testigo directa de la escena, intentó frenarlo y terminó siendo también víctima de la violencia. Los gritos, el llanto y el pánico se adueñaron de la escena. Y fue entonces cuando un "justiciero" apareció: un vecino, testigo del horror, decidió intervenir y disparó contra Paré.
El tiro lo alcanzó en la zona lumbar. Malherido, Paré fue trasladado de urgencia al Hospital de Pacheco, donde permaneció internado algunas horas, fuera de peligro. Ante los médicos y policías, intentó justificar lo injustificable. "Me equivoqué. Fueron unos cintazos, nada más", habría dicho, según informó el periodista Mauro Szeta, minimizando la agresión que acababa de protagonizar. Pero el daño estaba hecho. Y las imágenes del espanto, demasiado frescas.
La madre del niño no dudó. Apenas pudo, se dirigió a la comisaría y denunció formalmente a su ex pareja por violencia de género e infantil. Su testimonio fue contundente y respaldado por el relato de testigos. La intervención de la Unidad Fiscal de Género y Abusos de Tigre fue inmediata: ordenó la detención del agresor apenas recibió el alta médica. Paré ya fue indagado por el fiscal Julio Petrucci y se encuentra imputado por lesiones graves.
Ahora, los investigadores tienen una segunda tarea por delante: identificar al autor del disparo. ¿Se trató de un acto desesperado para salvar a un niño del castigo brutal o fue un ajuste de cuentas? La Justicia deberá determinar si se encuadra como legítima defensa de terceros o si se excedieron los límites legales. Lo cierto es que ese disparo puso fin a una escena intolerable y detuvo -al menos por ese instante- la espiral de violencia.
